La Justicia propinó un duro golpe a Marcelo Tinelli al despojarlo totalmente del control de la Liga Profesional de Fútbol (LPF) y entregarle el manejo al presidente de la AFA, Claudio «Chiqui» Tapia.
El conductor televisivo había intentado frenar las elecciones de la LPF, el organismo que preside, y semanas atrás logró un fallo de un juez porteño para evitar que se consagre a Cristian Malaspina como su sucesor. El presidente de Argentinos Juniors no iba a tener competencia porque Tinelli no logró armar una lista con los avales suficientes para enfrentarlo.
Pero ahora la Sala B de la Cámara Civil resolvió intervenir la LPF y darle el control a la AFA, que deberá a convocar a elecciones en un plazo de 90 días. En el entorno del Chiqui Tapia esperaban este fallo desde la semana pasada.
Tapia ya adelantó sus intenciones de disolver definitivamente la Liga Profesional y que la AFA vuelva a tener la organización de todos los campeonatos, como sucedió históricamente. En esa idea tenía el apoyo de Malaspina y de la mayoría de los clubes, entre ellos Boca. Otros clubes importantes como River y San Lorenzo mantienen la idea de una entidad aparte que organice la Primera División.
Los pasos a seguir serán ahora que los clubes voten la disolución de la Liga Profesional, que nació en 2020 tras la disolución de la Superliga, un organismo impulsado por el gobierno de Mauricio Macri para tener injerencia en el manejo del fútbol.
Cuando se concrete la disolución de la Liga Profesional, el llamado a elecciones exigido por la Justicia a la AFA quedará sin efecto, dicen en la entidad que tiene sede en la calle Viamonte. De aquí hasta ese momento se espera una intensa rosca para definir como será el nuevo armado que gestionará la Primera División.
La disolución de la LPF comenzó a gestarse en los últimos días de diciembre, cuando un conjunto de clubes hizo una convocatoria con el objetivo de desplazar a Tinelli, enfrentado a Tapia. El conductor buscó apoyos en el gobierno nacional y denunció un «golpe institucional».
Tras eso Tinelli pidió licencia y el resto de los clubes hizo un llamado a elecciones, que el conductor cuestionó en la Justicia por «severas irregularidades». Aunque en primera y segunda instancia le dieron la razón sobre este punto, Tinelli no logró mantener el control de la LPF y Tapia logró que pase a la órbita de la AFA.