El ex Presidente reveló que estuvo mal de salud y una medicación le provocó un impacto muy negativo.
El ex presidente Eduardo Duhalde reveló este lunes que estuvo “muy mal de salud” e incluso pensó en suicidarse por los efectos de una medicación.
“Estuve muy mal de salud por un remedio que había tomado y, para hacerla corta, casi me suicido”, introdujo el ex mandatario en diálogo con el periodista Jorge Fontevecchia en Radio Perfil.
El también ex gobernador de la provincia de Buenos Aires, que no abundó en detalles sobre la enfermedad que padeció ni la medicación que le habían recetado, hizo hincapié nuevamente en la necesidad de saltar la grieta y unir a los argentinos. “El político, desde concejal hasta el presidente, vice, senadores; que cree que Argentina tiene solución si no se une, no entiende de política”, planteó.
“Hemos logrado una democracia fallida que no tiene orden, que no tiene control y que no tiene respeto, que es el elemento que difiere de los gobiernos autoritarios y las dictaduras”, reflexionó.
“Si no nos unimos, Argentina va a ir cada vez peor y me dicen que es imposible, están equivocados. La idea de gobierno y oposición es una idea que tiene que desaparecer, es vieja, tiene que haber un gobierno en el que todos se pongan de acuerdo con lo que hay que hacer”, agregó en otro tramo del reportaje.
Recientemente, Duhalde estuvo en el Vaticano reunido con el papa Francisco. Según relató, lo impactó la fortaleza del Pontífice porque esperaba verlo más disminuido en virtud de algunas versiones periodísticas que habían corrido en las últimas semanas.
“Lo encontré de buen talante, risueño, cuando le conté que decían que iba a renunciar, se reía y me dijo: ‘el periodismo en todo el mundo hace lo mismo, cuenta una parte de la verdad, no la última’”, relató.
El jefe de la Iglesia, que actualmente se moviliza en silla de ruedas por un problema en una de sus rodillas, le contó que su cuadro está mejorando por el trabajo realizado con los kinesiólogos y que espera volver a pararse en las próximas semanas.
“También me hizo el chiste de siempre: le digo ‘bueno, la próxima vez nos vemos en el cielo’ y él me contestó: ‘Por supuesto Eduardo, en el infierno no queda más lugar para nadie’”, recordó entre risas.