Los profesionales que la atendieron brindaron un panorama sobre su proceso de evolución: «Se fue en muy buenas condiciones».
Giuliana Lucoski permaneció más de 50 días internada en el Hospital Central tras sufrir un accidente en la moto que viajaba junto a su novio, el médico, Ricardo Luna. El miércoles pasado recibió el alta médica, fue derivada a una clínica privada para su rehabilitación y, este viernes, los médicos que la asistieron brindaron detalles de su recuperación.
«A lo largo de su proceso de internación, la joven, que entró con un cuadro de salud muy grave, fue sometida a múltiples cirugías en las que intervino un equipo multidisciplinario, entre los que se destacan neurocirujanos, traumatólogos, cirugía general», contó Lucas Mariani, subdirector del Hospital Central.
Permaneció 22 días alojada en una cama de terapia intensiva, donde fue intubada y traqueostomizada y luego fue derivada a una sala común, donde comenzó con su rehabilitación.
«Durante todo el proceso recibió asistencia de todo el equipo multidisciplinario del hospital, intervinieron muchísimos servicios, desde enfermería, kinesiología, neurocirugía, fonoaudiología, neurología, cirugía general, traumatología, infectología, entre otros», contó el profesional y agregó que «en su estadía surgió una infección intrahospitalaria que se trató y luego sí recibió el alta médica y fue derivada a una clínica privada».
«Giuliana se fue muy estable»
Respecto al estado de salud que presenta la soberana nacional, Mariani manifestó que «se fue en muy buenas condiciones, recuperada psíquicamente y en su parte motora».
«Mientras permaneció en terapia intensiva estuvo muy complicada, sobre todo, en su parte motora; sin embargo, luego empezó a mejorar desde lo neurológico y realmente se fue en condiciones muy estables y hablando», consignó.
Respecto a las posibles secuelas, Mariani expresó: «Se tiene que seguir recuperando del tobillo izquierdo, que tuvo una fractura expuesta y padeció una infección grave, pero el tiempo y la rehabilitación establecerán cómo quedará Giuliana. Por lo pronto podemos decir que se ha ido muy bien».
Gran trabajo de los médicos
La recuperación de Giuliana fue considerada por su padre, Mario Lucoski, como «un verdadero milagro». La gravedad del caso era extrema y los médicos aseguran que constantemente reciben pacientes con estas características.
«Giuliana fue una muestra de todo lo que el equipo de profesionales que trabaja en el nosocomio hace por los pacientes. La estabilización que se logró con la joven se hace con todos los pacientes, por lo que está bueno aprovechar la oportunidad para agradecer a todo el equipo de trabajo que intervino», refirió Mariani.
El accidente
Eran las 16.30 del domingo 8 de mayo, cuando Lucoski circulaba junto a su novio, el cirujano, Ricardo Luna, a bordo de una moto Ducati XDiavel 1300 por la ruta 40, en dirección al norte, en Luján.
A la altura de calle Castro Barros, la pareja impactó a un Volkswagen 1500 en la parte trasera, por lo que ambos resultaron lesionados.
La peor parte se la llevó la soberana vendimial, que resultó con múltiples fracturas, politraumatismos y sufrió un paro cardiorrespiratorio cuando llegó al Hospital Central.
Durante su estadía en el nosocomio, la joven fue sometida a múltiples cirugías, todas con resultados positivos.
Luna, imputado
Según estableció el Cuerpo Médico Forense (CMF), el cirujano Ricardo Luna tenía alcohol en sangre al momento del accidente.
Los peritos reportaron que, al momento de la extracción de sangre, unas tres horas y veinte minutos después del siniestro, presentaba 0,38 gramos de alcohol por cada litro de sangre (g/l).
Ante eso, el fiscal de Delitos de Tránsito, Fernando Giunta solicitó una retrospección, que dio como resultado que el profesional de salud tenía 0,88 g/l de alcohol en sangre, indicaron fuentes del caso.
Por ello, el profesional resultó imputado por el delito de lesiones graves y culposas.
