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El fiscal no acusó al viudo de Nora Dalmasso y el crimen queda impune

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El representante del Ministerio Público Fiscal dijo que no pudo probar la acusación y Marcelo Macarrón quedó a un paso de ser exonerado.

El fiscal Julio Rivero solicitó este martes la absolución de Marcelo Macarrón (62) por el crimen de su esposa, Nora Dalmasso (51), asesinada en noviembre de 2006 en la ciudad cordobesa de Río Cuarto. De esta manera, el emblemático caso queda impune.

Al alegar en el juicio por jurados que se lleva adelante en los tribunales de esa ciudad desde el 14 de marzo pasado, el fiscal consideró que no hay pruebas para acusar por el femicidio al viudo, quien siempre aseguró ser inocente y dijo que al momento del crimen él se encontraba en la ciudad uruguaya de Punta del Este donde disputó, y ganó, un torneo de golf junto a unos amigos.

“Como soy un fiscal íntegro y no un fiscal dañino, yo voy a pedir la absolución”, dijo Rivero. “Sería irresponsable, oportunista y cobarde acusar”, continuó. Al oírlo, el viudo y su familia se abrazaron en la sala del Tribunal.

De esta manera, el jurado popular no podrá deliberar porque no se cumplen los requisitos establecidos para que el tribunal condene en caso considerarlo culpable.

«Norita» (51) fue encontrada asesinada en la madrugada del 26 de noviembre de 2006 en su casona del exclusivo barrio Villa Golf de Río Cuarto, en el sur de la provincia de Córdoba, donde residía con el traumatólogo Macarrón (60), con quien tenía dos hijos: Facundo, quien por entonces vivía en la capital y Valentina, que para esa fecha estaba de viaje.

Durante la investigación se siguieron varias hipótesis, como crimen durante un juego sexual, abuso sexual seguido de muerte, femicidio y asesinato por encargo, en tanto las pericias determinaron que Nora murió por asfixia por estrangulamiento y su cuerpo semidesnudo quedó tendido en la cama de su hija.

En el transcurso de la causa fueron imputados, además del viudo, el exasesor del gobierno cordobés Rafael Magnasco, el pintor Gastón Zárate, y Facundo Macarrón, aunque todos ellos fueron finalmente sobreseídos.

Los peritos hallaron en la escena del crimen el patrón genético del linaje Macarrón (haplotipo Y) y ese elemento fue utilizado primero para acusar a Facundo y posteriormente para apuntar al viudo, quien siempre reconoció que antes de viajar había tenido relaciones sexuales con su esposa.

En tanto, Zárate fue apodado en Río Cuarto como «perejil» y hubo marchas en su favor cuando estuvo unos días detenido, y fue desvinculado del crimen más rápidamente que el hijo de Nora, cuyo sobreseimiento demoró seis años.

Macarrón fue procesado en marzo de 2016 por el anterior fiscal Daniel Miralles, quien inicialmente puso en duda la coartada de que se encontraba en un torneo de golf en Punta del Este cuando ocurrió el asesinato y lo acusó de «homicidio calificado por el vínculo» solamente.

Cuando el fiscal Pizarro se hizo cargo de la causa modificó la hipótesis y consideró que el viudo contrató un sicario para matar a su esposa mientras él estaba ausente en su viaje por Uruguay.

«No puedo sostener que la mató un sicario no porque no hay prueba, sino porque hay prueba de que fue consentido. El sexo consentido hecha por tierra un acuerdo criminal», sostuvo este martes en su alegato el fiscal Julio Rivero. «No puedo acusar por acusar», reafirmó.

Fuente: Con información de Télam, Clarín e Infobae.

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