El renunciado secretario de Energía, Darío Martínez, benefició con una resolución que le permitió ganar 8.000 millones de pesos a Central Puerto, la generadora de Nicky Caputo, el «hermano del alma» de Mauricio Macri.
Martínez firmó una resolución mediante la cual reconoció a las usinas de generación eléctrica una actualización de los precios y mayor capacidad generada. Gracias a esto, la empresa Central Puerto pudo revertir su difícil situación financiera, que tuvo, hasta ese momento, a la compañía al borde del quebranto.
La resolución se firmó el 12 de abril, pero recién ahora que Martínez dejó el cargo se conoció. Gracias al ajuste retroactivo de tarifas Central Puerto cerró el balance del primer semestre de este año con ganancias por netas por 7.974 millones. Es así que la diferencia a favor de la firma acumula una suba del 231%, según consta en la Comisión Nacional de Valores.
Los números cobran relevancia al tener en cuenta que hace dos años Central Puerto estaba al borde de la quiebra, por una deuda en dólares muy elevada que tomó durante el macrismo para comprar sobre el final del mandato de su amigo la central Brigadier López que Macri privatizó, en una polémica decisión que derivó en una causa penal.
En el 2020 Caputo intentó ampliar los plazos de pago del crédito que suscribió con los bancos Citibank, JP Morgan Chase Bank y Morgan Stanley Senior Funding INC y tuvo que refinanciar la primera cuota del crédito por 36 millones de dólares que no pudo pagar en fecha. Sin embargo, suscribió con los acreedores un acuerdo de espera (forbearance agreement) para sortear acciones judiciales.
Central Puerto es la compañía que mas energía genera a nivel país. La mayoría de la participación accionaria esta en manos de Sadesa, que tiene entre sus accionistas principales a los empresarios Nicolás Caputo con un 23%; a Carlos Miguens Bemberg con un 33,9%; Guillermo Reca con un 22,5%; la familia Escasany con un 13,6% y los hermanos Ruete Aguirre con un 7%.
La recomposición económica de la empresa se inició con la medida de Darío Martinez mediante la cual permitió un aumento del 30% del valor de la energía, de manera retroactiva a febrero, a lo que se sumó un 10% otro sobre los nuevos valores, que se hizo efectivo en junio.
Además, Martinez eliminó el llamado «Factor de Uso» del cálculo de pago por capacidad, para así mejorar los ingresos ya que se remuneran todas las máquinas en funcionamiento independientemente de su despacho.
