Mirta Rosa Guerrero, ex colaboradora de la líder de la Tupac Amaru, contó cómo hacía la dirigente social para llevar plata al exterior y el poder que tenía en Jujuy.
Mirta «Shakira» Guerrero, ex colaboradora de Milagro Sala en la Tupac Amaru y actual arrepentida en las causas en su contra, calificó a la líder de la organización social como «un monstruo disfrazada de dirigente», y reveló cómo utilizaba los fondos que le enviaba la Nación.
En una entrevista que brindó al programa Periodismo Para Todos (PPT), de Canal 13, afirmó que está arrepentida de haberse involucrado en hechos delictivos y que le dejó “de creer” a Sala. Hace una semana se declaró como «arrepentida» en una causa penal por lavado de dinero en la que se investiga hacia dónde se fueron los fondos que giraba el gobierno de Cristina Kirchner a la organización.
El vínculo entre ambas comenzó a quebrarse cuando la dirigente, a poco de ser condenada por la Justicia de Jujuy a 13 años de prisión por defraudación al Estado, le pidió a Guerrero que se sometiera a una operación quirúrgica para retrasar la continuidad del juicio en su contra.
La ex integrante de la agrupación fue condenada a seis años de prisión por haber sido partícipe de una asociación ilícita, junto a Sala. Luego, obtuvo el beneficio de la detención domiciliaria por un problema de salud y, a los pocos meses, le otorgaron la libertad condicional por buena conducta y haber cumplido gran parte de la condena (tres años).
«Yo la pasé mal por mi familia. Cuando mi hijo me iba a visitar a la cárcel, yo me decía ‘que estoy haciendo, por quién lo estoy haciendo. Mi hijo no tiene qué comer y la otra está comiendo todo’”, comentó en el ciclo conducido por Jorge Lanata.
El destino de los fondos nacionales
Guerrero explicó que el dinero que llegaba a través del Gobierno nacional era utilizado para la compra de casas y autos de lujo para Sala y su familia. «La plata iba a la casa de Milagro Sala. Se la recibía ahí, la contaban. Ella tenía dos placards con doble fondo y ahí es donde se quedaba la plata. Su hijo tuvo 4 (Toyota) Hilux y dos Fiat 600. Mi hijo no tiene ni moto. Ella tenía una camioneta 6 meses y ya para ella estaba vieja. Había que cambiarla».
«Shakira» recordó cómo, con ese dinero, viajaron a Roma a visitar al Papa Francisco: «La primera vez que fuimos a ver al Papa ella dijo que fue una invitación. Ponele que así fuera, era una invitación para ella. No puede haber una invitación para 16 personas».
«Cuando partíamos para ir allá nos daban 10 mil dólares a cada uno, al llegar destino teníamos que devolverlo. Ella se quedaba con eso y ella nos daba el viático o un porcentaje para que tengamos nuestro gasto».
Cuando viajaban, lo hacían «casi todos en primera clase y a veces, cuando no se conseguía la totalidad, uno o dos iban atrás y el resto sí iba adelante», señaló.
«A Milagro le gusta todo lo que sea de primera marca. Vos la veías con una remera puesta que tiene la imagen de un inca, ponele, y abajo decía Cardon o Lacoste. Se compraba ropa y la llevaba a la textil, donde le tenían que sacar la marca o hacerle un bordado arriba. De la misma forma el jean, el calzado», agregó.
Sobre el marido de Sala, Raúl Noro, contó que «no participaba» de los asuntos de la Tupac Amaru, pero que «sí escuchaba todo y cuando algo no le gustaba se levantaba o se la llevaba a un costado» a su esposa, por lo que consideró que era «como un ideólogo encubierto».
Guerrero sostuvo que «Milagro siempre fue violenta» y que formó «un Estado paralelo» en Jujuy. Reveló que en una ocasión en la que la fue a visitar a su casa, cinco hombres le “tiraron una colcha” y le “empezaron a pegar” para “ver si resistía los golpes”.
“La casa es de ella y se la construyó con cooperativistas para ella. Ese verso de que era para la rehabilitación de la gente es totalmente mentira. Después están las otras, que están alrededor del dique. Yo la conocí con una sola, pero después empezó con las otras, no se conformaba. Primero quería una casa de campo, después otra. Nunca le alcanzaba”, declaró.
Arrepentida
Sobre su alejamiento de la organización, Shakira señaló que lo hizo cuando le dejó “de creer” a la dirigente social, “justamente en el día del juicio”, previo a que le dieran la sentencia por la causa “Pibes villeros”.
“Ahí fui hilando, después cuando me dan la domiciliaria yo ya empecé a investigar, a ver todo lo que empezó a tener, no te hablo de lo que se construyó, sino de ella, de su familia, cómo fue creciendo y de dónde sacaba la plata”, lamentó.
También cuestionó la actitud que tuvo su entonces líder cuando fue el juicio por el robo de los equipos de grabación de la producción de PPT, en 2012, durante el cual ella, según confesó, se tuvo “que quedar callada, sabiendo quién se llevó la cámara”.