Además, Julieta Ripoli, quien denunció el negociado con la concesionaria Autopistas del Sol, apuntó contra Javier Iguacel por persecución y espionaje.
En esa línea, la actual asesora del Ministerio de Obras Públicas subrayó que «no había ninguna justificación» para renovar «las concesiones de los Accesos Norte y Oeste».
«Se tenía que terminar el contrato y llamar a nueva licitación», señaló Ripoli sobre esas concesiones que hace una semana fueron consideradas «lesivas al interés general» por el Gobierno nacional que resolvió anularlas por decreto. En ese sentido, la exfuncionaria de Vialidad resaltó que “no es real la deuda que las concesionarias de peajes alegaron».
«Las acciones de Autopistas del Sol no valían nada y cuando asumió Macri se dispararon las acciones porque se sabía que iba a prorrogar los contratos», destacó.
Además, Ripoli tildó de «nefastos» al exfuncionario Iguacel y al exjefe de jurídicos de Vialidad, Ricardo Stoddart, a quienes les endilgó haber instrumentado «la persecución judicial».
“Iguacel y Stoddart aplicaron la persecución. La viví en carne propia, al igual que ahora Cristina» en el juicio en que se investigan presuntos desvíos de fondos en la obra pública de Santa Cruz, subrayó la asesora del Ministerio de Obras Públicas.
Asimismo, Ripoli aseveró que «todas las obras públicas estuvieron paralizadas» hasta que fue despedida y que esa gestión sólo buscó «hacer auditorías».
“La primera medida de la gestión macrista con Iguacel a la cabeza fue dar la orden de hacer una auditoría solamente en Santa Cruz», señaló y agregó que «el macrismo no entró al organismo para hacer obras sino para perseguir».
En esa sintonía, Ripoli advirtió que la causa Vialidad «se va a convertir en el estereotipo del lawfare», ya que, según ella, existe «la persecución» y al mismo tiempo «el encubrimiento a los socios del poder real».
«En la causa peajes los jueces Martín Irurzun y Leopoldo Bruglia revocaron los procesamientos por un tecnicismo vinculado a la pandemia», sostuvo Ripoli.