El Frente de Todos quiere expulsar al liberal José Luis Espert de la Cámara de Diputados por pedir «bala» a los sindicalistas de neumáticos que tomaron el Ministerio de Trabajo. El economista ratificó sus dichos y dijo que no tendrá miedo.
«Repudio absoluto a las expresiones de José L. Espert. Basta de violencia y amenazas emitidas por dirigentes con responsabilidades institucionales», señaló el bloque conducido por Germán Martínez en un tuit junto al proyecto que solicita su remoción por «inhabilidad moral».
Así lo establece el artículo 66 de la Constitución Nacional y el 188 del reglamento de la Cámara, que habilita a evaluar la conducta de los diputados.
El proyecto lo firma Martínez, la kirchnerista Paula Penacca y José Luis Gioja y acusan al diputado de sistemáticamente «solicitar muerte como respuesta a cualquier conflicto, contrariando todos los principios».
La polémica es un por un tuit de Espert con imágenes de la toma de sindicalistas del neumático a una oficina del Ministerio de Trabajo: «Código Penal Art 181, delito de usurpación. Cárcel (6 meses a 3 años) o bala», escribió.
«La declaración de Espert va en contra de múltiples principios constitucionales entre los que se pueden enumerar: el debido proceso, el principio de inocencia, el no prejuzgamiento, el derecho a manifestarse a la protesta, a huelga y, principalmente, la abolición de la pena de muerte y toda especie de tormento», señala los fundamentos del proyecto.
Y consideran que el diputado liberal violó su juramento al vulnerar la Constitución con sus tuits de «cárcel o bala». Recuerdan que aparecieron en «manifestaciones de grupos violentos» previos al intento de magnicidio a Cristina Kirchner.
El diputado liberal respondió en un comunicado. «Yo no pedí la muerte de nadie. Violencia es la imposición por la fuerza. Ellos son los violentos que silencian a la oposición, a la Justicia y a los medios. Y acá los que armaron un mecanismo para imponer siempre su voz y debilitar y controlar al otro es el cristinismo».
«Lo que escribí no fue un ataque contra los trabajadores sino un descargo en contra del sindicalismo mafioso y de la corrupción kirchnerista. Si piensan que así van a callar a la oposición, no lo van a lograr», se defendió.
«No permitamos que naturalicen las cosas que están mal. La toma ilegal en el Ministerio de Trabajo, los cortes de calle, los bloqueos a empresas que dan trabajo están mal. Ellos no hablan de defender al ciudadano sino a Cristina y a sus secuaces. Ahora si yo escribo algo pidiendo la aplicación de la ley y la correcta actuación de las fuerzas de seguridad ¿yo soy el violento?»
«Nosotros, los liberales y cada vez más gente, – agregó- ya no tenemos miedo. Vamos a enfrentar la violencia institucional kirchnerista. Le pido a la gente que ya no tengamos más miedo. A los chorros, cárcel», concluyó.