El 3 de diciembre de 1967, el cirujano sudafricano Christiaan Barnard realizó el primer trasplante de corazón a nivel mundial. Especialistas en cardiología destacaron que este procedimiento sigue evolucionando con 3.800 intervenciones por año en el mundo y un promedio de 100 en Argentina.
El 3 de diciembre de 1967, el cirujano sudafricano Christiaan Barnard realizó el primer trasplante de corazón a nivel mundial a Louis Washkansky, comerciante de 54 años, que se encontraba postrado en una cama del hospital público universitario Groote Schuur, en Ciudad del Cabo, por una insuficiencia cardíaca y una diabetes aguda.
En Argentina, el primer trasplante de corazón fue realizado por el cirujano Miguel Bellizzi el 31 de mayo de 1968, en la Clínica Modelo de Lanús, pero la receptora murió a las 96 horas. Doce años después, el 24 de mayo de 1980, el cardiólogo René Favoloro logró realzar un trasplante exitoso en el sanatorio Güemes de la Ciudad de Buenos Aires.
«Cada vez que una familia decide donar creo que está haciendo un hito en la vida del que está esperando un corazón, un riñón, un hígado; por eso lo consideramos un hito diario»Vanesa Gregorietti, médica cardióloga
«Barnard es una figura reconocida mundialmente porque cambió la historia y el pronóstico de la insuficiencia cardíaca terminal en los pacientes que ya no tenían opción terapéutica. El trasplante cardíaco nació como una opción no sólo para prolongar la cantidad sino la calidad de vida de estos pacientes», manifestó a Télam Daniel Absi, cirujano cardiovascular y subjefe de la División de Insuficiencia Cardíaca, Trasplante Cardíaco y Asistencia Circulatoria Mecánica de la Fundación Favaloro.
Asimismo, Vanesa Gregorietti, médica cardióloga, miembro de la Federación Argentina de Cardiología (FAC), expresó a esta agencia que lo que sucedió en 1967 fue «un hito en la historia» no solo con lo que tiene que ver con el trasplante cardíaco sino con «todo lo que implica la posibilidad de dar vida mediante un trasplante, pero cada vez que una familia decide donar creo que está haciendo un hito en la vida del que está esperando un corazón, un riñón, un hígado; por eso lo consideramos un hito diario sin quitarle mérito al pionero que fue Barnard».
“El paradigma de si hay latido hay vida ha cambiado»
El primer trasplante de corazón a nivel mundial fue realizado por treinta cirujanos, entre ellos el hermano de Barnard, y la operación duró cinco horas. La donante fue Denise Ann Darvall, una joven oficinista de 25 años, que fue atropellada por un automovilista y sufrió aplastamiento del cráneo.
Pese a que el trasplante fue un éxito y el corazón comenzó a latir luego de su implante, el receptor falleció por una neumonía dieciocho días después del procedimiento.
«La muerte de Washkansky fue el resultado de nuestros propios errores e inexperiencia en el manejo de las complicaciones», expresó Barnard en una entrevista en el programa The Dick Cavett Show, de 1970.
«El trasplante cardíaco nació como una opción no sólo para prolongar la cantidad sino la calidad de vida de estos pacientes»Daniel Absi
El cirujano recibió críticas por utilizar el corazón de una víctima con muerte cerebral cuando no existían leyes respecto a ello, pero él argumentó que «un paciente está muerto cuando su cerebro está muerto».
Sobre ese punto, el cirujano Daniel Absi de la Fundación Favaloro remarcó que “el paradigma de si hay latido hay vida ha cambiado y ya ni se lo considera, los criterios de muerte han cambiado. Ahora está la definición de muerte encefálica independiente de que el corazón lata en el donante”.
La muerte de Washkansky no desanimó a Barnard que el 2 de enero de 1968 realizó el segundo trasplante. Esta vez el receptor fue el dentista Philip Blaiberg, y el donante, Clive Haupt. En esta oportunidad el trasplantado vivió casi 2 años más, exactamente 563 días.
Una persona trasplantada puede llegar a vivir 15 años
Actualmente, según los datos de la Sociedad Internacional para el Trasplante de Corazón y Pulmón (ISHLT, por sus siglas en inglés), se realizan 3.800 trasplantes cardíacos anuales a nivel mundial.
En Argentina, este año se realizaron 80 trasplantes cardíacos –con un promedio anual que se ubica en 100- y hay alrededor de 140 pacientes en lista de espera para recibir un corazón.
«La Ley Justina o Ley 27.447 de trasplante de órganos, tejidos y células mejoró las cifras donde hemos llegado a tener un pico de 120 trasplantes cardíacos», indicó Gregorietti.
Si bien los especialistas reconocen que la técnica del implante no ha cambiado mucho, si destacan que el avance científico en fármacos inmunosupresores aumentó la sobrevida de los pacientes.
«Un hito fue el uso de la ciclosporina y actualmente disponemos de nuevos inmunosupresores que permiten mejorar el manejo de los pacientes desde el punto de vista del rechazo del órgano, donde el 90% sobreviven al primer año», indicó Absi.
En este sentido, Gregorietti reconoció que si bien la Sociedad Internacional detalla que una persona trasplantada puede llegar a vivir alrededor de 15 años, lo cierto es que «con los cuidados y avances en la medicina se puede mejorar ampliamente este número”.
“De hecho, yo tengo pacientes que cumplieron 33 años post trasplante cardíaco», añadió.
Barnard falleció el 2 de septiembre de 2001, a los 78 años, tras un ataque severo de asma.