En Europa hay un intrigante bosque en el que los árboles adoptan formas muy extrañas, y nadie ha sido capaz de resolver el misterio. ¿Dónde está y que es lo que dicen las principales teorías? Aquí te lo contamos.
En nuestro planeta podemos encontrar impresionantes y enigmáticos bosques, que desde hace muchos siglos han sido objeto de historias o leyendas muy conocidas. En Europa se localiza uno de estos parajes, concretamente en los alrededores del río Oder, en el noroeste de Polonia.
A pocos kilómetros del pueblo de Gryfino, en la región de Pomerania y muy cerca de la frontera con Alemania, se alza el sorprendente y misterioso «Bosque Torcido» (conocido en la zona como Krzywy Las), un lugar único en el mundo. Se ha vuelto muy popular en los últimos años por las extrañas formas que adoptan sus árboles.
Curvas extrañas y apuntando en la misma dirección
Y es que no estamos ante un gran bosque: se trata de un pinar que se extiende unos 67000 m². Sin embargo, los árboles se caracterizan por su rara forma de J y el gran parecido entre todos ellos, dando lugar a multitud de teorías para explicar su origen, algunas disparatadas o fantasiosas.
Curiosamente, esta extraña curvatura siempre apunta hacia el norte. Sin embargo, la parte superior de los pinos son completamente normales. Gracias a las redes sociales, muchas personas han visitado el paraje en estos últimos tiempos, aunque no se puede hablar de masificación como en otros sitios debido a su ubicación.
Algunas teorías que intentan explicar los orígenes del Bosque Torcido
Como es habitual en estas situaciones, han surgido diversos mitos y teorías que intentan explicar el origen del «Bosque Torcido». La más disparatada defiende que es obra de los extraterrestres, mientras que otros señalan que podría deberse a tirones gravitacionales o al paso de tanques durante la II Guerra Mundial.
Tampoco faltan aquellos que creen que la curvaturas de los pinos podría deberse a ciertos eventos meteorológicos que pudieron vivir los árboles en sus primeros años de vida, en concreto fuertes vientos y nevadas intensas. No obstante, si esto hubiera sido así, los árboles de los alrededores presentarían la misma forma.
Analizando las teorías más científicas, en los últimos años algunos expertos han hablado de una posible mutación genética que explicaría la forma de J del «Bosque Torcido». Otros plantearon que podría deberse a un hongo (Melampsora pinitorqua) que causa deformaciones en los brotes de los pinos más jóvenes y además, aunque las torceduras que provoca no suelen ser tan acusadas como las de este bosque.
La hipótesis más aceptada hoy en día… que no se puede confirmar
Hoy en día, la hipótesis más aceptada es la de la «manipulación humana». Se cuenta que unos agricultores locales manipularon (usando cuerdas y otros mecanismos de fuerza) el crecimiento de los árboles tras plantarlos poco antes de 1930, con el fin de fabricar muebles a partir de las formas curvas una vez que los pinos cumplieran una década de edad.
¿Cuál es el punto débil de esta teoría? Que tras estallar la II Guerra Mundial en 1939, el proyecto fue abandonado al quedar el pueblo arrasado y sin sobrevivientes que pudieran confirmar esta historia. Lo que sí que es seguro que la singularidad del «Bosque Torcido» le ha valido para ser declarado Monumento Natural.
Muchas teorías y pocas certezas que aumentan la misticidad de este un misterioso bosque que seguirá siéndolo por mucho tiempo. Lo que sí que es seguro es que los pobladores locales están encantados con la fama que ha adquirido este lugar, constituyendo una fuente importante de ingresos.
