El año que viene no habrá elecciones en el país, por lo que evitaría cualquier connotación política o partidaria a su visita.
El Papa Francisco reveló este fin de semana que planea viajar a la Argentina durante el 2024, una visita que tiene pendiente desde el año 2017, cuando suspendió una gira que incluía a Chile y Uruguay.
“Quiero ir al país el año próximo. Siempre quise volver al país”, dijo el protagonista en diálogo con La Nación. De concretarse la visita, viajaría un año después de las elecciones 2023 en la Argentina, en medio de las disputas políticas entre en Frente de Todos y Juntos por el Cambio.
En ese diálogo con los medios, el Sumo Pontífice hizo un pedido crucial: “No me vinculen con la política argentina, por favor”, dijo Francisco, respecto a la “utilización política” de su eventual visita al país, en un claro llamado de atención a los dirigentes locales.
“Hace diez años que estoy fuera del país. No llevo el pulso de lo que pasa en la Argentina. Sería injusto que en tales circunstancias tuviera simpatías o antipatías”, señaló.
Mientras tanto, a Francisco se lo vio extremadamente lúcido y con un rostro en perfecto estado, aunque su rodilla le sigue exigiendo el uso del bastón para los tramos cortos o de la silla de ruedas para los largos.
Por lo pronto, se prepara para designar de manera inminente, en las próximas semanas, al reemplazante del arzobispo de Buenos Aires, el cardenal Mario Poli, quien renunció a su cargo en noviembre pasado, cuando cumplió los 75 años reglamentarios.
“Solo puedo adelantar que hay tres candidatos fuertes”, dijo al respecto Francisco, pero no quiso dar el nombre de ninguno.
