El ex primer ministro era “el pegamento” que mantenía unidos a sus cinco hijos. La gran pregunta es si la unidad familiar podrá mantenerse tras su muerte y qué impacto tendrá en el negocio televisivo, la base de su fortuna.
En la lista de los hombres más ricos de Italia elaborada por Forbes, Silvio Berlusconi ocupaba el tercer lugar, con un patrimonio total estimado en 7.000 millones de dólares.
Por delante del ex primer ministro italiano, fallecido este lunes a los 86 años, sólo se encontraban Giovanni Ferrero, principal accionista del homónimo gigante de la alimentación con 39.700 millones de dólares, y, en el segundo lugar, Giorgio Armani, con un patrimonio de 11.400 millones de dólares.
El imperio Finivnest
Finivnest, un holding con 5.000 millones de facturación y más de 20 000 empleados, es en realidad la “caja fuerte” que guarda los principales tesoros de la familia del ex primer ministro. Este holding supone el 60 % del imperio del magnate, que ahora tendrá ser repartido entre sus cinco hijos.
El negocio de la televisión ha sido durante mucho tiempo la joya de la corona de la familia.
En ese sentido, el “tesoro” más importante de Finivnest, no sólo en términos económicos sino también en términos emocionales, es el conglomerado televisivo Mediaset (ahora llamado MediaforEurope, Mfe). Se trata de un grupo cuyos cimientos Berlusconi puso a finales de los años setenta con la adquisición de la cadena local Telemilano.
Mediaset registró unos ingresos netos consolidados de 2.914 millones, un 11 por ciento más que en 2020, con un beneficio neto de 374 millones, un 169 por ciento más que el año anterior y casi el doble de la cifra anterior a la covid en 2019.
Otros activos son la cuota mayoritaria en Mondadori, la mayor editorial de libros y revistas de Italia y el tercer operador en Francia de revistas de consumo; también posee la red de librerías más extensa del país.
A esto hay que sumarle una cuota del 30% -equivalente a 1.850 millones de dólares- en el Banco Mediolanum, una institución líder del mercado financiero italiano con 1.129.000 clientes, 70.700 millones de euros administrados y gestionados, 2.171 empleados.
Berlusconi también seguía activo en el fútbol con el Monza, un club comprado por Berlusconi tras la venta del Ac Milan, y que en pocos años llevó de la serie C hasta la serie A.
Una gran parte de los activos inmobiliarios, incluidas las residencias más famosas como Arcore o Villa Grande, son de la empresa Dolcedrago, propiedad exclusiva de Berlusconi.
La sucesión
El futuro de los intereses empresariales de Berlusconi dependerá probablemente de cómo haya decidido distribuir su participación en Fininvest entre sus cinco hijos de dos matrimonios. Se espera que su hija mayor, Marina, desempeñe un papel destacado.
Actualmente los dos hijos de su primer matrimonio, Marina y Pier Silvio, detienen el 8 % cada uno y los de su segundo, Bárbara, Luigi y Eleonora, suman el 22 %.
Marina (nacida en agosto de 1966) y Pier Silvio (abril de 1969), han participado directamente en la gestión de las empresas de Berlusconi desde poco después de que su padre hiciera su entrada en la política italiana a principios de los años noventa.
Marina, que preside Fininvest, ha supervisado la editorial Mondadori, mientras que Pier Silvio se ha encargado del negocio de la televisión.
Tres hijos menores
Barbara (julio de 1984), Eleonora (mayo de 1986) y Luigi (septiembre de 1988), no han desempeñado funciones ejecutivas tan destacadas en la gestión de las empresas de su padre.
Luigi asumió la tarea de representar a su parte de la familia en Fininvest, donde es miembro del consejo, gracias a su especialización en finanzas y gestión de patrimonios.
Personas cercanas a la familia describieron a Silvio Berlusconi como “el pegamento” que mantenía unidos a sus hijos, a pesar de su rango de edad y sus diferentes actitudes y ambiciones.
La gran pregunta es si la unidad familiar podrá mantenerse tras la marcha de Berlusconi y qué impacto podría tener en el futuro del negocio televisivo sobre el que Berlusconi construyó su fortuna.
Estrategia
En los últimos años, Fininvest ha liquidado activos que ya no consideraba estratégicos, desde el AC Milan hasta participaciones en la empresa de biotecnología Molmed y el banco de negocios italiano Mediobanca.
La alta dirección de Mediaset, su consejero de administración Pier Silvio Berlusconi y el presidente Fedele Confalonieri decidieron, para consolidar las cuentas, vender un periódico histórico como Il Giornale a pesar de que Silvio estaba en contra.
El holding familiar ha confirmado su apuesta por su negocio de televisión, apoyando sus planes de crecimiento en Europa para resistir a los gigantes estadounidenses del streaming mediante operaciones de fusiones y adquisiciones.
Pero queda por ver si esta ambición se mantendrá tras la muerte del fundador.
Los analistas observan en particular los movimientos del grupo Vivendi, socio francés de Mediaset que durante años batalló para lograr el control del grupo hasta renunciar a ello tras un acuerdo sellado en 2021.
La familia Berlusconi, posee el 47,9 por ciento del capital de Mediaset por valor nominal, una participación que ronda los 700 millones en Bolsa, mientras que el grupo Vivendi tiene el 23,2 por ciento.
Tener a un socio fuerte como Vivendi en Mediaset podría resultar insidioso para la familia Berlusconi, ya que el grupo francés podría aprovechar el menor signo de desunión de la familia italiana para hacerse con el control del negocio. En caso, por ejemplo, de que algunos de los hijos del ex premier se incline por vender acciones a Vivendi y otros no.