A medida que pasan las semanas, la disputa entre la Asociación Gremial de Delegados de Subte y Premetro y la concesionaria Emova y el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires se profundiza y siempre está latente una medida de fuerza que paralice las cinco líneas de subtes.
Hoy por hoy, los reclamos de los Metrodelegados son básicamente tres: La reducción de la jornada laboral (solicitan tener cinco días de trabajo con dos francos, en lugar del régimen actual de seis por uno). A esto se le suma acelerar las tareas para erradicar el asbesto en vagones y estaciones. E iniciar las negociaciones salariales en el marco paritario.
La organización gremial informó que ante la falta de respuesta de la empresa y de las autoridades porteñas, el miércoles volverá a aplicar el cese de tareas de la siguiente manera:
- de 5.30 a 10, en la Línea E y Premetro
- de 10 a 14.30, en las Líneas A y B
- de 14.30 a 19 en las Líneas D y C
- de 19 al cierre en la línea Línea H
Reducción de la jornada laboral para evitar la exposición al asbesto
Asimismo, consideraron que se trata de una «medida de autodefensa», porque la reducción de la semana laboral, «también está relacionado con evitar la continúa exposición al asbesto», según explicaron. La demanda precisa que «pretendemos ir a un sistema laboral de 30 horas semanales, para tener dos francos, como en la gran mayoría de las actividades.
A mediados del mes pasado, los Metrodelegados presentaron un escrito frente a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para denunciar al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires por la presencia de asbesto en los subtes y por el «incumplimiento de normas internacionales de protección a la salud».
Sin respuestas de la empresa ni de las autoridades porteñas
El dirigente apuntó que «a pesar de las medidas de fuerza que venimos llevando adelante todo este tiempo no hubo ninguna voluntad, ni por parte del Gobierno de la Ciudad ni de la empresa Emova, de convocarnos a dialogar» y aclaró que «no queremos afectar a los pasajeros, por eso vamos con los paros por turno, que es un mal menor».
Una contaminación sin olor que provoca cáncer
El asbesto o amianto es la combinación de un grupo de minerales que no tiene olor que, al esparcirse por el aire y provocan cáncer a quienes están en contacto con este material, por lo cual su uso está prohibido por el Ministerio de Salud de la Nación desde 2003. El proceso para retirarlo requiere de personal idóneo en la materia y es costoso.
Tanto los pasajeros como los trabajadores del subte se vieron directamente afectados por este material desde 2011, cuando el entonces jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, compró 24 unidades usadas al metro de España, que contenían asbesto.
Se estima que los españoles no sabían del riesgo de contaminación, pero sí que se trataba de un material rodante destinado a «chatarra», tal como señalaron algunos medios hispanos. Los Metrodelegados sostienen que el 37 por ciento de la flota de los subtes de Buenos Aires todavía contiene asbesto y se siguen usando en las líneas C y B.