Elon Musk implementa un nuevo cambio en su plataforma y genera una vez más la ira de sus usuarios.
Las cosas en Twitter no se calman. Esta vez Elon Musk implementó una nueva modificación a la marca y reemplazó su reconocido logotipo del pajarito azul, el cual tenía desde el 2010, por una X.
Según el flamante propietario de la red social, los “tuits” dejarán de existir como tal y las publicaciones pasarán a llamarse “x”. Esto en alusión al nuevo logotipo de la marca estilo art deco minimalista. Como si fuera poco, Musk añadió que incluso puede que este mismo vuelva a cambiar en un futuro no muy lejano. “Seguramente será refinado”, escribió en un posteo.
Como es sabido, Musk es un gran fanático de la X y esto se puede ver reflejado en sus marcas (SpaceX, X.com, etc.). Lo que aparentemente busca con este cambio es que Twitter se transforme en una aplicación “para todo”, la cual abarcaría un sinfín de funciones. Desde pagar facturas hasta pedir un taxi, inspirada en el WeChat que domina China.
“X es el estado futuro de la interactividad ilimitada, centrada en audio, video, mensajería, pagos/banca, creando un mercado global para ideas, bienes, servicios y oportunidades. Impulsado por IA, X nos conectará a todos de maneras que apenas comenzamos a imaginar”, publicó Linda Yaccarino, la nueva Directora Ejecutiva de Twitter, el día de ayer.
Este rebranding llega inmediatamente después del lanzamiento de Threads, el rival de Twitter creado por Meta. La nueva plataforma de Zuckerberg experimentó un crecimiento explosivo durante su primera semana de lanzamiento, ya que se encuentra interconectado a Instagram y tiene acceso a sus más de 2 mil millones de usuarios. Musk acusó a Meta de “hacer trampa” y amenazó con demandarlos por “apropiación indebida sistemática, deliberada e ilegal” de los secretos comerciales y la propiedad intelectual de Twitter, así como por extracción de datos.
Como si fuera poco, la semana pasada el mismo Musk admitió que Twitter había perdido casi la mitad de sus ingresos mediante publicidad desde que él había adquirido la compañía en octubre del año pasado. A eso se le suma una deuda enorme, y que la salida y entrada neta de dinero sigue estando en negativo. Algo irónico considerando que al asumir el cargo, lo primero que hizo fue despedir a la mitad de los 7 mil 500 empleados de la empresa para así reducir costos.