El gobernador de Santa Fe tomó la decisión de resguardar a su esposa e hijos luego de varios mensajes intimidatorios en su contra, provenientes de las bandas del crimen organizado que dominan la región.
En las últimas horas el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullado, anunció que debió resguardar a su familia fuera de la provincia por las constantes y cada vez más fuertes, amenazas que recibe desde que asumió el poder a fines del año pasado.
“Recibí una amenaza a mi familia”, confirmó el mandatario de Juntos por el Cambio, aunque reafirmó: “Vamos a seguir por este camino de pelear contra la delincuencia, vamos a seguir manteniendo a los presos de alto perfil en pabellones especiales, que es lo que más les molesta. Vamos a mejorar los niveles de violencia y seguridad”.
Los mensajes intimidatorios se acrecentaron tras la decisión del gobernador de restituir a los pabellones de alto perfil a jefes narcos y sicarios, dentro de la Unidad Penitenciaria 11 de la localidad de Piñero. Además determinó la suspensión del ingreso de alimentos a las cárceles por parte de familiares.
“No nos vamos a amedrentar. Sigo haciendo de todo, pero de lo único que sí me arrepiento es que tuve que sacar a mi familia de la ciudad por unos días por las amenazas que tuve. Y a mí me pesa mucho no ver a mis hijos porque son mi cable a tierra, pero son las que a veces uno tiene que hacer. Yo no los voy a exponer ni arriesgar”, señaló el gobernador santafesino en declaraciones radiales.
A lo que agregó: “Primero estuvieron encerrados en mi departamento, sin salir siquiera a la calle. Estaba preocupado y no iba a hacer esa chantada de ponerle 10 policías para que los acompañen a todos lados, cuando no te terminan pudiendo cuidar y vos le sacás un montón de recursos a la gente que no la están cuidando. No iba a hacer eso porque no corresponde”.