Durante el Gobierno del nefasto Alberto Fernandez, la condenada por corrupción Cristina Kirchner, el enviciado Sergio Massa y los parásitos de La Cámpora, el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales desembolsó una polémica suma millonaria para producciones nacionales.
La noticia de la eliminación de la principal fuente de financiamiento del Fondo de Fomento Cinematográfico, administrado por el INCAA, no fue bien recibida entre un grupo de actores K y ha generado grandes controversias ya que ahora los recursos estarán determinados por el Presupuesto Nacional.
Esta medida, dispuesta en el artículo 564 de la Ley Omnibus enviada al Congreso por el Poder Ejecutivo, consigna que el Fondo solo conservará como fuente de financiamiento al impuesto del 10% sobre el precio básico de cada entrada de cine emitida, suprimiéndose el 10% aplicable “al precio de venta o locación de todo tipo de videograma grabado” (conforme a la Ley de Fomento Cinematográfico), como así también los ingresos derivados del 25% de la recaudación del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), obtenidos a través del impuesto aplicado a la facturación de los canales de TV y servicios de cable.
De acuerdo a un informe de investigación del medio digital El Disenso, durante el periodo comprendido entre enero de 2020 y diciembre de 2023, el INCAA otorgó subsidios a producciones cinematográficas argentinas por un total de $11.330.714.875,30. De hecho, de las 682 películas argentinas estrenadas entre 2020 y 2023, sólo 12 de ellas superaron los 100.000 espectadores y únicamente 2 alcanzaron el millón.
Al analizar el desempeño de películas subvencionadas en términos de recaudación y audiencia, se revela un panorama desalentador.
De las películas subvencionadas, el 95% (643 filmes) registró audiencias inferiores a 10.000, y el 67% (456 de ellas) tuvo menos de mil espectadores cada una. Además, sorprendentemente, 24 películas atrajeron a menos de 10 espectadores, con 3 de ellas siendo vistas únicamente por un reducido público de 2 personas.
Algunas producciones, como “La Bruja de Hitler” (que sólo del INCAA recibió $47.571.852,87) y “La Reina Desnuda” (subsidiada con $32.160.841,60) presentaron una audiencia tan modesta como su recaudación.
Mientras que “La Bruja de Hitler“ obtuvo una recaudación que no superó los $1.584.414 y una audiencia de 4.236 personas; “La Reina Desnuda” atrajo solo a 1.491 espectadores y generó una recaudación mínima de $272.298. Estos ejemplos evidencian la discrepancia entre la inversión millonaria del INCAA y los resultados deficientes en términos de audiencia y taquilla.
Tal es el caso de Jorge Marrale, director de la SAGAI. Su última película, “La Burbuja“, recibió $34.793.694,57 del INCAA, pero su audiencia se limitó a 679 personas que generaron una recaudación de tan solo $393.837. Gabriel Goity, otro actor en la vanguardia de la defensa del financiamiento estatal, protagoniza “El Villano“. Subsidiada con $15.638.325,47 la película fue vista por 1.085 personas recaudando magros $291.581.
Cabe destacar, además, que la investigación periodística realizada por El Disenso fue realizada en base a documentación publicada en el Boletín Oficial de la República Argentina, INCAA | Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales y Presupuesto Nacional 2023.
A diferencia de las exitosas películas extranjeras, las argentinas muestran una brecha marcada, indicando que la prioridad podría estar en la obtención de subsidios estatales en lugar de la conexión con el público. Por ejemplo, mientras las 10 películas extranjeras más vistas de 2023 juntaron más de 20.5 millones de espectadores, las 10 películas argentinas más taquilleras apenas alcanzaron a sumar 2.6 millones en el mismo período.
Además, eventos y programas financiados por el INCAA revelan un enfoque político, generando cuestionamientos sobre la asignación de recursos públicos. Durante 2022 se llevaron a cabo diversos eventos como “Microrrelatos”, centrados en historias breves de juicios de Lesa Humanidad, con cortos audiovisuales de la Secretaría de Derechos Humanos.
Junto al INADI, se organizó el evento del “Día Nacional de los Afroargentinos“, y en Bernal se realizó el ciclo de Cine Debate “Pioneras de las luchas feministas“. También se promocionó un ciclo de “Cine por la identidad“, y desde el CCK se difundieron actividades de programas feministas como “Gafas Violetas – Cine con perspectiva de género”, “Cine Inclusión”, “Cine Marrón” y la “Coordinación de Diversidad y Género”.
Además, se implementó un programa de cine en las cárceles, como el caso de la Alcaidía Departamental La Plata III, donde se proyectó la película “Gilda” de Natalia Oreiro, que fue vista por 10 personas (!), el Carrousel Orgullo LGTBIQ+, proyección de documentales relacionados con la temática de la Ley pro Aborto, y documentales feministas como “No nos callamos más! Juicio Ético y Feminista a la justicia Patriarcal“.
Con un presupuesto anual de $10.778.658.800 en 2023 y 645 empleados, el INCAA enfrenta críticas por la asignación de subsidios multimillonarios a producciones con resultados insatisfactorios, planteando dudas sobre la asignación de recursos para proyectos artísticos.