La embestida del Gobierno nacional de Javier Milei contra los intermediarios de planes sociales generó una ola de denuncias en provincias gobernadas por el radicalismo y el PRO contra los históricos referentes sociales y grupos piqueteros. En el Norte argentino, los movimientos sociales comenzaron a entregar, voluntariamente, autos oficiales que se los habrían adueñado.
La semana pasada, en Resistencia, provincia de Chaco, media docena de dirigentes sociales como el Clan liderado por el matón y testaferro de Capitanich, Emerenciano Sena o el piquetero Carlos Barraza, a quien detuvieron con una camioneta de la policía y varias escopetas luego de estar prófugo, entregaron, de forma voluntaria, autos, camionetas y hasta un minibús que pertenecían al gobierno provincial. Estaba naturalizado el uso de rodados por parte de grupos piqueteros cooptados por los salientes gobiernos locales como fuerza de choque contra la oposición política.
El 31 de enero pasado, el Ministerio de Seguridad de Chaco, a cargo de Hugo Matkovich, recibió la información que dirigentes sociales de la provincia entregarían rodados entre ellos:
- Una Pick up Ford Ranger DC 4×4 Superduty modelo 2010,
- Una camioneta Ford Ranger y un Renault Master,
- Una camioneta Toyota Hilux 4×2, cabina simple, tipo Pick-Up, modelo 2012
- Una camioneta Ford Ranger 4×4, XL Plus 3.0L TDI,
- Un minibus Mercedes Benz Sprinter 313, Año 2011, entregada el 20 de julio del 2022.
Lo insólito de la situación es que los referentes sociales y representantes de Fundaciones que reciben fondos públicos devolvieron los rodados oficiales sin ruedas, baterías, entre otros elementos. Todos los vehículos estaban en desuso.
Dirigentes sociales devolvieron autos del gobierno provincial de Chaco
Agentes de la Comisaría Séptima, junto con la grúa del Departamento Logística, procedieron a secuestrar la Toyota Hilux y la Ford Ranger DC mencionadas. Otro de los vehículos estaba sin las cuatro ruedas, batería, válvula ni correa; mientras que la Ford no poseía batería ni correa. La titularidad de los rodados correspondía a la Secretaría General de Gobernación y al Ministerio de la Producción de la provincia. Hasta el pasado 31 de enero, nadie parecía preocupado por los bienes públicos antes mencionados.
A propósito de Capitanich, este fin de semana, falleció el exministro de Obras Públicas, Omar Judis, señalado como el «De Vido Chaqueño». Había sido condenado a ocho años de prisión por delitos vinculados con la corrupción, pero, por la lentitud judicial, no pasó un solo día en prisión.
Judis quiso ser intendente de la segunda localidad más importante de Chaco: Roque Sáenz Peña, pero nunca pudo ganar una elección a ese cargo. Y fue el segundo funcionario chaqueño que se mudó a Buenos Aires cuando Capitanich desembarcó en la Casa Rosada.
Fue el hombre fuerte de las obras públicas de Capitanich durante sus dos primeros mandatos como gobernador. Por eso se lo conoce como el «De Vido chaqueño». Las empresas que apadrinaba terminaron investigadas por la Justicia federal. Fue el caso de Tridelta, Koko Construcciones, Silos Chacos SRL y Taller I.
Media docena de vehículos que utilizaban dirigentes sociales del norte argentino como si se tratasen de sus dueños, parece poco, pero significa un gesto ante un desfalco millonario realizado en el país que, asegura el Presidente Javier Milei que, «no hay plata».
