Cada trabajador podrá elegir libremente a dónde enviar los aportes para la cobertura de su salud, y las instituciones receptoras tendrán que competir en condiciones legales ecuánimes.
El Presidente Javier Milei avanza con un amplio proceso de desregulación económica, y esta vez le llegó el turno al sistema de salud y en particular a las obras sociales. Entre el lunes y el martes de la próxima semana, el Gobierno reglamentará el Decreto 70/2023 para la desregulación de las OOSS.
Por años, los aportes para las prestaciones de salud fueron sistemáticamente cooptadas por organizaciones sindicales, en contra del derecho a la libre elección por parte de los trabajadores que generaron esos ingresos.
Se constituía un sistema de privilegios en contra de la competencia y a favor de la generación de rentas para un minúsculo grupo de sindicalistas. Con el nuevo decreto, estos privilegios en contra de la gente llegarán a su fin.
En líneas generales, el Decreto propone revertir la mayor parte de los cambios que había inducido la administración anterior del Presidente Alberto Fernández, y se establecerán las siguientes pautas para la competencia entre las OOSS y las empresas prestadoras de medicina prepaga:
- Libre competencia entre prepagas y obras sociales. Tendrán el mismo trato ante la ley, y por lo tanto las prepagas se sumarán como aportantes al Fondo Solidario de Redistribución (SUR) junto con las obras sociales
- Los beneficiarios del sistema de salud podrán elegir libremente entre obras sociales y prepagas, por lo que ya no existirá ninguna obligación que privilegie a las primeras
- Los beneficiarios podrán ingresar a una prepaga o cambiar de obra social desde el inicio mismo de una nueva relación laboral, y queda desarticulado el límite de 1 año había impuesto el Gobierno anterior
Estas medidas permitirán brindar un alivio al bolsillo de millones de trabajadores, especialmente aquellos que se encuentran bajo una modalidad independiente y contratados como monotributistas. Estos últimos podrán derivar sus aportes libremente hacia la obra social o prepaga que encuentren conveniente, sin ningún tipo de restricción ni ningún plazo por cumplir.
La libre competencia entre prepagas y obras sociales permitirá, además, abaratar los precios del sistema de salud en términos reales (a diferencia de lo que venía ocurriendo en los últimos meses).
La regulación de las Obras Sociales en el pasado
El Gobierno del Presidente Milei se encamina a dar un paso histórico para la desregulación de las obras sociales, como no se veía desde finales de la década de 1990. La mayor parte de las restricciones y regulaciones que podrían ser levantadas en los próximos días encuentran su origen en la dictadura de Juan Carlos Onganía, una gestión que apostó fuertemente por el corporativismo en los sindicatos.
El primer proceso desregulador de las obras sociales fue impulsado por el Presidente Carlos Saúl Menem en 1997, a partir del cual se le dio la posibilidad a los afiliados de elegir libremente a qué obra social apoyar (hasta entonces estaba terminantemente prohibido), con un plazo mínimo de 12 meses.
Con el Gobierno de Fernando De la Rúa se logra una nueva etapa en la desregulación de OOSS, permitiendo la libre elección entre cualquiera de ellas sin plazos mínimos de retención, aunque permanecieron los privilegios y la competencia desleal con respecto a las prepagas.
Más tarde el kirchnerismo retrotrajo muchos de los cambios liberalizadores de la década del 90, y más recientemente el expresidente Fernández volvió a ampliar el plazo mínimo de permanencia en una obra social a 12 meses. El Gobierno de Milei encabeza la propuesta desreguladora más ambiciosa de la historia argentina para este sector, prometiendo marcar un antes y un después en el funcionamiento del sistema de salud privado.
