El miembro de la Cámara de Diputados de Brasil habló en una rueda de prensa frente al Capitolio de EE.UU. para denunciar la dictadura brutal que se está gestando en su país.
El diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del ex presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, se refirió esta semana a la delicada situación democrática que atraviesa su país, luego de que el presidente Lula da Silva, en connivencia con el presidente de la Corte Suprema, Alexandre de Moraes, instalaran un régimen de censura y de persecución a opositores.
Desde las escalinatas del Capitolio en Estados Unidos, Eduardo Bolsonaro expresó su preocupación por la dirección que está tomando Brasil, sugiriendo que el país podría seguir el camino de regímenes autoritarios como los de Cuba y Venezuela.
El legislador, ampliamente investigado por la Policía de Lula, asegura que está viviendo en su propia «película sobre el Gulag», refiriéndose a los sistemas de campos de trabajo forzados que existieron en la Unión Soviética.
En su discurso, destacó la opresión y la crueldad como pasos hacia el «objetivo final» de encarcelar a su padre, Jair Bolsonaro, quien «se atrevió a poner los intereses de los brasileños en primer lugar».
Según Eduardo, en la tiranía actual, «el límite de lo ridículo ya no existe», y criticó las acusaciones contra su padre, incluida una tan trivial como ser acusado de perturbar la paz por pasar cerca de una ballena en un jet ski.
Esta acusación fue presentada por el ministro de Medio Ambiente del presidente izquierdista Lula da Silva, lo cual marca tan solo un ejemplo del delirio que está atravesando el pueblo brasileño.
Eduardo también comentó sobre los cargos contra su padre relacionados con un intento de golpe de Estado después de haber dejado la presidencia, calificándolos de «absurdos». Según él, es ridículo pensar que Jair Bolsonaro, estando de vacaciones en Estados Unidos y sin el mando de las Fuerzas Armadas, intentaría un golpe de Estado con personas mayores y mujeres desarmadas, a millas de kilómetros de Brasil.
De esta manera, el hijo del ex presidente aprovechó la atención internacional para denunciar lo que él considera una persecución política hacia su familia, específicamente hacia su padre, Jair Bolsonaro, y compara la situación en Brasil con la de regímenes autoritarios en América Latina.
Las frases destacadas de Eduardo Bolsonaro frente al Capitolio evidencian su postura firme contra las acusaciones y la situación política actual en Brasil, presentándola como una batalla contra la opresión y en defensa de la libertad.
El hijo de Jair Bolsonaro también comparó las acusaciones que enfrenta Donald Trump en Estados Unidos con los cargos contra su padre en Brasil, ya que las denuncias que pesan sobre ambos son «ridículas» y forman parte de una persecución a opositores políticos.