La víctima, Rocío González, trabajaba como policía. El acusado tenía una orden de restricción por denuncias previas de violencia de género.
El Barrio Villa Pompeya, de la ciudad bonaerense de Bolívar, está sumido en la consternación por el violento asesinato de la policía Rocío González (32). La víctima apareció apuñalada en su casa y el principal acusado es Germán Alejandro Olivare (37), su ex pareja y padre de su hija de 5 años.
El crimen se produjo anoche, en el domicilio de la mujer ubicado en la calle Larregle, entre Pueyrredón y J.C. Báez. Según las primeras diligencias judiciales, el atacante ingresó a la vivienda mediante el uso de la fuerza. Fue un vecino quien alertó a la policía local, tras escuchar gritos y ruidos desde el interior de la casa.
Al llegar, los efectivos policiales se encontraron con una cruenta escena. El cuerpo de Rocío estaba tendido boca arriba en el piso del comedor, sin signos vitales. Tenía una herida en el cuello y yacía semidesnuda. Olivare también fue encontrado en el domicilio. El hombre presentaba graves heridas de arma blanca, aunque se presumían auto inflingidas.
El atacante fue trasladado al Hospital Miguel Capredoni, donde recibió atención médica antes de ser aprehendido bajo la imputación de femicidio agravado por el vínculo. Actualmente, permanece en el centro de salud con custodia policial.
La Unidad Funcional de Investigaciones Nº 15 de Bolívar, a cargo de la investigación del asesinato, realizó peritajes en el domicilio durante la madrugada, recolectando gran cantidad de pruebas y testimonios.
Rocío había denunciado a su ex pareja por violencia de genero. Según el sitio local Presente Noticias, el 9 de julio pasado pidió a la justicia que se arbitraran las medidas cautelares de prohibición de ingreso y acercamiento, perímetro de exclusión de 200 metros a la redonda, prohibición de contacto mutuo y cese de los actos de molestias, perturbación y hostigamiento. Esa instrucción fue otorgada por el Juzgado de Paz Letrado de Bolívar y tenía vigencia hasta el 10 de septiembre.
Consternación y un acto de venganza
El asesinato tocó de cerca a la Policía local. Muchos efectivos de la fuerza se acercaron a los alrededores de la casa de González, ante la conmoción por la muerte de su ahora ex compañera de trabajo. La víctima desempeñaba funciones administrativas en la Comisaría de la Mujer y la Familia de la zona.
Las autoridades departamentales de la Policía estuvieron presentes durante la madrugada en la escena del crimen. Los peritajes y declaraciones testimoniales se hicieron bajo la supervisión de la ayudante fiscal, Cecilia Laso. Distintos vecinos reportaron que habían visto merodear el vehículo del agresor en horas previas al asesinato, lo que podría indicar cierta premeditación.
El hecho provocó una fuerte indignación en el vecindario. Cerca de las 2 de la madrugada, a poco de conocerse el femicidio, al vehículo de Olivare lo prendieron fuego. El automóvil marca Peugeot color negro, con patente JJD 467, estaba estacionado sobre la calle Báez, a la vuelta de donde residía la víctima. Al parecer, el hecho vandálico se habría producido en represalia al brutal ataque contra la mujer, informó el diario local La Mañana. La intervención de los Bomberos Voluntarios no logró evitar que el coche quedara totalmente incendiado y destruido.
Con el objetivo de pedir justicia por el femicidio de Rocío, familiares, amigos y conocidos organizaron una marcha que se llevó a cabo esta tarde en el Centro Cívico de Bolívar, con la participación de cientos de manifestantes. La convocatoria, fijada para las 18, fue impulsada en redes sociales con una imagen de la mujer y su pequeña hija. “Nací para ser libre, no asesinada”, rezaba la consigna.
El cuerpo sin vida de Rocío González fue trasladado a la morgue judicial de Azul. Se esperan en las próximas horas los resultados de la necropsia de rigor.