El presidente de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte expuso la tensión familiar que enfrenta debido a que su hijo es libertario y desprecia al kirchnerismo.
El ultra kirchnerista Néstor Segovia, presidente de la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro, se convirtió en el centro de atención este miércoles cuando, en medio de un paro en el transporte, compartió una reflexión personal sobre la política en su hogar.
En declaraciones a la prensa, Segovia confirmó que su hijo decidió votar a Javier Milei, provocando un debate familiar que se suma a la creciente tensión social en el país. “Tuve discusiones sanas con mis hijos, pero la política nos separa un poco”, explicó.
El metrodelegado, conocido por su postura crítica hacia el Gobierno actual, enfatizó su desacuerdo con las políticas económicas que afectan el poder adquisitivo de los trabajadores. “Si no hubieran aumentado el costo de los servicios, la situación no sería tan grave. Mi hijo, que trabaja en la Municipalidad de Moreno y gana $280.000 al mes, se enfrenta a la dura realidad de que todo ha subido de precio, mientras su salario se mantiene bajo”, lamentó el sindicalista.
Su relato no se detuvo ahí. En un momento de sinceridad, el sindicalista expuso la opinión de su hijo, quien, según Segovia, “odia al kirchnerismo” y prefiere cualquier opción política antes que volver a las filas del partido gobernante. “No quiere que vuelvan, va a votar a cualquiera menos a ellos”, aseguró. No obstante, Segovia expresó su escepticismo respecto a la gestión de Milei, señalando que, a pesar de sus promesas de subsidios para los más vulnerables, estas no se han cumplido.
A medida que el paro se desarrollaba, Segovia defendió la medida como una respuesta solidaria a las injusticias que enfrentan los trabajadores del transporte. “El problema en nuestro sector son las paritarias. Hoy, un trabajador del subte gana alrededor de $1.500.000, pero hemos perdido un 20% del sueldo básico en 2023, y todavía no hemos discutido el tema de la inflación”, afirmó.
El líder gremial resaltó que la crisis del transporte no solo afecta a los trabajadores, sino también a la comunidad en general. “Mucha gente no puede pagar el pasaje, y eso lleva a situaciones extremas, como saltar el molinete. No podemos quedarnos tranquilos mientras otros sufren”, enfatizó. A pesar de las dificultades, Segovia subrayó la importancia de mantener la lucha por mejores condiciones laborales y un salario digno para todos.
Segovia también se refirió a la situación de los obreros de la construcción que, aunque en su mayoría no están adheridos a la medida de fuerza, enfrentan desafíos similares. La disconformidad con el sistema actual es palpable en todas las áreas laborales, y el metrodelegado no duda en hablar sobre la necesidad de un cambio. “No podemos mirar hacia otro lado mientras otros luchan por sobrevivir. Este paro es una manifestación de solidaridad”, insistió.
Por último, ante la pregunta sobre la postura de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que decidió no sumarse al paro, Segovia explicó que cada sindicato tiene sus propias estrategias y desafíos. “Roberto Fernández está en la misma lucha, solo que tiene una oportunidad de ser recibido por el Gobierno que nosotros no tenemos”, concluyó.
Con estas declaraciones, Néstor Segovia no solo revela la complejidad de las relaciones familiares en tiempos de polarización política, sino que también pone de manifiesto las luchas cotidianas que enfrentan los trabajadores en su búsqueda de un futuro mejor.