Ordenaron la citación de testigos clave para reconstruir el itinerario de la joven, captada por las cámaras ubicadas en Palomitas, a 50 kilómetros de Salta.
La Justicia Federal decidió retomar la investigación por la desaparición de la diseñadora Maria Cash, quien fue vista por última vez en la provincia de Salta en 2011.
A tal efecto, el fiscal general Eduardo Villalba ordenó la citación de testigos clave para reconstruir el itinerario de la joven, captada en aquel momento por las cámaras ubicadas en la zona de Palomitas, ubicada a unos 50 kilómetros de la capital provincial.
Entre los testigos citados se encuentra Ramón Crespín, propietario de una gomería en la zona y uno de los primeros en ser interrogados al inicio de la búsqueda de Cash.
Crespín afirmó que ni él ni su familia vieron a la joven en los días posteriores a su desaparición y puso en duda la declaración de un camionero, quien sostuvo haber dejado a Cash cerca de la vivienda de la familia Crespín.
Además, el testimonio de Crespín sugiere que el camionero podría tener información clave sobre el destino de Cash, quien tenía 29 años al momento de su desaparición.
El camionero, Héctor Romero, declaró en varias ocasiones que dejó a María cerca del altar de la Difunta Correa, pero nuevos testimonios de personas que trabajaban en la zona indican que no la vieron. El testimonio genera dudas sobre la veracidad de la declaración, quien cambió su relato en diferentes ocasiones. Pese a los intentos de Cadena 3 de comunicarse con él, la familia dijo que harán declaraciones.
El procurador general de Salta y exabogado de la familia de María Cash, Pedro García Castiella, expresó a este medio que la causa nunca se cerró y que se ha estado trabajando en un «repeinado» de la misma.
«Hemos descartado cerca de 400 avistamientos que no aportaron información útil», indicó. La investigación se centra ahora en el último lugar donde se cree que pudo haber estado María, que es el parador de la Difunta Correa, basado en los dichos del camionero.
«La causa nunca se cerró, a pesar del amplio y largo derrotero que tuvo, siempre se estuvo investigando. Se optó por un trabajo de repeinado de la causa, de revisar cuerpo por cuerpo, declaración por declaración, revisar todo como una suerte de comenzar de nuevo en todo el repaso de la investigación», insistió el procurador.
Consultado acerca de si la Justicia está cerca de encontrar respuestas, García Castilla dijo a Cadena 3 que «toda nueva pista genera una expectativa» y que es una «deuda del Estado saber qué pasó con María Cash». La reactivación de la causa ha despertado esperanzas de que se logre esclarecer su desaparición, aunque aún persisten muchas incógnitas sobre los relatos de los testigos y la credibilidad del camionero.
La joven porteña fue vista por última vez el 8 de julio de 2011, en las inmediaciones del santuario de la difunta Correa, sobre la ruta 9/34, y pese al esfuerzo de las autoridades nunca fue hallada.
Su padre, Federico Cash, se encargó personalmente de colaborar con las autoridades pero falleció buscando a María en 2014, tras sufrir un accidente automovilístico en la provincia de La Pampa.
La desaparición de la chica se convirtió en uno de los casos más enigmáticos de los últimos años, y tomó intervención la Justicia Federal, ya que había indicios de que podría estar encuadrado dentro del delito de trata de personas, tal como sucedió recientemente con Loan Peña, el niño correntino.
• La Justicia escucha a 7 testigos vinculados a la zona donde desapareció María Cash
Tras descartar pistas falsas la investigación del fiscal general, Eduardo Villalba se concentra en los testigos vinculados a los momentos previo a la desaparición de María Cash en la zona de Palomitas sobre la ruta 9/34, en el tramo entre el acceso a la ciudad y la localidad de General Güemes.
En otro giro de la investigación penal, la fiscalía saneó el expediente de cientos de pistas que llegaron desde Argentina y desde el exterior.
El análisis demandó varios meses de investigación y estuvo a cargo de investigadores del Cuerpo de Investigación Fiscales de Salta, Gendarmería y la Fiscalía Federal. Analizaron más de 100 expedientes, 26.400 informes, miles de llamados de personas que dijeron haber visto a Cash, o bien, dieron pistas de dónde podría estar. Se establecieron contradicciones y falsedades de parte de varios testigos que originalmente aportaron información y que habrían desvirtuado la dirección de las investigaciones.
A fin de poder reencausar la investigación, se requirió las testimoniales de las personas que, ya sea directa o indirectamente, vieron o tuvieron contacto con Cash. Aunque resta analizar las nuevas declaraciones, la fiscalía pudo confirmar ciertos indicios y surgieron elementos que robustecen una línea de sospecha que podría darle un giro al caso.
El testigo Ramón Crespín de 46 años de edad, vive a 100 metros donde el camionero Héctor Romero dijo que dejó a María Cash (en un altar de la Difunta Correa). Dijo a Cadena 3 que él, ni su papá (hoy de 80 años) que vendía velas en el altar de la Difunta Correa vieron a María Cash ni al camionero.
También declaró en los Tribunales que los perros de la familia cada vez que un camión paraba ladraban, pero ese día y a la hora señalada por camionero tampoco ladraron.
• Fechas claves en el caso
4 de julio de 2011: María Cash abordó un colectivo en la terminal de ómnibus de Retiro, en Buenos Aires, con destino San Salvador de Jujuy.
5 de julio de 2011: descendió en Tucumán, desde donde sube a otro colectivo y se dirige a Rosario de la Frontera, en Salta. Un camionero la acerca hasta la rotonda de acceso a la localidad jujeña de La Banda, desde donde abordó otro micro con rumbo a Jujuy y llega el 6 de julio.
Llama por teléfono un amigo jujeño. Luego es vista cuando hacía dedo. También llamó a su familia.
6 de julio de 2011: cerca de las 23.34, es captada por las cámaras del peaje AUNOR, ya en el acceso a la ciudad de Salta.
7 de julio de 2011: se registra su ingreso al hospital San Bernardo en horas de la mañana, pide atención médica, pero se retira.
A las 9 horas, personal del expeaje AUNOR encuentra su mochila. Y a las 12, un remisero informó que la había trasladado del barrio Portezuelo, cercano al hospital, hasta el acceso a la ciudad.
8 de julio de 2011: pidió hospedaje a una vecina de la avenida Tavella, pero no lo consigue. Luego, es vista por dos empleados de una estación de servicio ubicada en la rotonda de Torzalito, en la ciudad de General Güemes. Le dice que no estaba alterada ni perdida.
Posteriormente, a las 16.30, un camionero la ve hacer dedo en la ruta 9/34, la levanta y dijo que la trasladó hasta una gruta de la Difunta Correa, el último registro que la Justicia tiene de ella.