El ataque ocurrió en el barrio Rucci, más precisamente en Juan de Dios Mena al 2200, y generó daños visibles en el piso, rejas y paredes del templo. El lugar estaba cerrado en el momento del incidente, por lo que no se reportaron heridos.
La parroquia es frecuentada por miles de fieles que reconocen al padre Ignacio como una figura carismática con fama de poseer poderes de sanación.
En el lugar, los atacantes dejaron un manuscrito que mencionaba explícitamente al narcotraficante Fernández, quien fue detenido en una operación llevada a cabo el jueves pasado. Este operativo involucró 38 allanamientos simultáneos en barrios de Rosario y en Capitán Bermúdez. Según informaron fuentes oficiales, Fernández lideraba una organización de microtráfico y usaba un minimarket como fachada para sus actividades ilícitas.
El fiscal Pablo Socca, quien lideró la investigación que culminó con las detenciones de Fernández y otros presuntos narcotraficantes, ordenó a la brigada de Balaceras de la Policía de Investigaciones revisar las cámaras de seguridad y recolectar pruebas del ataque a la iglesia.
Operativos antidrogas y violencia
Los allanamientos previos al ataque fueron realizados por un equipo compuesto por la Policía Federal Argentina, la Policía de Seguridad Aeroportuaria y la División Unidad Operativa Federal. Durante los procedimientos, se incautaron cuatro vehículos, dos motocicletas, cocaína lista para su comercialización, sesenta celulares y más de tres millones de pesos en efectivo.
Además, se efectuaron requisas en las cárceles de Piñero, Marcos Paz, Ezeiza y Resistencia. La magnitud de los operativos y la detención de “Frentudo” reflejan el alcance de las estructuras de narcotráfico que operan en la región y su influencia en distintos sectores de la comunidad.
Según los primeros datos recolectados, el ataque habría sido perpetrado por dos personas que llegaron en un vehículo. Uno de ellos descendió para arrojar el explosivo casero y dejar la nota amenazante, para luego escapar rápidamente.
El padre Ignacio no ha emitido declaraciones hasta el momento, pero el hecho generó conmoción entre sus fieles y reavivó el debate sobre la inseguridad en Rosario, una ciudad marcada por los continuos episodios de violencia relacionados al narcotráfico.