Según un empresario inmobiliario de ese país, la operación fracasó porque el ahora exsenador y su secretaria no pudieron justificar el origen de los fondos. Tras ello, buscaron hacer la adquisición con otras compañías.
Mientras la jueza federal Sandra Arroyo Salgado pidió este martes a Paraguay la extradición de Edgardo Kueider y de su secretaria, Iara Guinsel Costa, y un fiscal avaló que se trate el amparo que el expulsado senador presentó para que lo restituyan en la Cámara alta, la situación de ambos detenidos en Asunción por tentativa de contrabando de divisas parece complicarse a medida que pasan los días y se conocen más detalles de la investigación.
Según reveló en Radio 10 el empresario inmobiliario paraguayo Carlos Guasti, el exlegislador por Entre Ríos y su secretaria intentaron comprar en julio pasado cinco departamentos en Asunción con USD 600.000 en efectivo.
Guasti aseguró que Guinsel Costa, quien «solía hacer operaciones» en nombre de Kueider, «se presentó a última hora» e «intentó hacer una operación muy apurada».
No obstante, subrayó que la operación no pudo realizarse porque no se presentó ninguna documentación que indicara cuál era el origen de los fondos.
De acuerdo a detalles de la investigación expuestos en la noche de este martes por TN, la dupla de argentinos intentó, sin éxito, recuperar los USD 4.000 de seña que había dejado en la desarrolladora inmobiliaria, cuando la compañía se vio obligada a dar de baja la operación por la falta de esos documentos.
Al no tener el visto bueno de esta empresa, que advirtió del extraño movimiento a la secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (SEPRELAD) de Paraguay, Kueider y su acompañante trataron de cerrar las compras inmobiliarias con otros desarrolladores.
TN, incluso, mostró una conversación de chat entre supuestamente un empleado de otra empresa y Kueider en el que le preguntan al todavía senador si tenía novedades respecto a la constitución de una sociedad para efectuar la compra. «El trámite viene lento. Esperemos que no tarde porque, si no, se nos va a complicar», fue la respuesta.
Fuentes de la investigación dejaron trascender que, con toda esta información, Kueider y Guinsel Costa, que registraban seis cruces de la Triple Frontera en 2024 -cuatro por Foz de Iguazú y dos por San Ignacio- eran «especialmente esperados» por las autoridades paraguayas cuando el pasado 4 de diciembre intentaron ingresar a Ciudad del Este con USD 200.000, más de $600.000 y 3,9 millones de guaraníes.
Por amplia mayoría, el Senado expulsó la semana pasada al ahora exlegislador por Unidad Federal, quien presentó un amparo en la Cámara en lo Contencioso Administrativo para solicitar la anulación de la sesión especial en la que se adoptó esa medida, esgrimiendo dos motivos: por un lado, consideró que Victoria Villarruel se encontraba a cargo del Poder Ejecutivo por el viaje de Javier Milei a Italia, por lo que no podía presidir el debate en el recinto en simultáneo.
Y, por otro, Kueider planteó que no le dieron la posibilidad de hacer su descargo y que no se reunió una comisión para tratar su salida del cuerpo legislativo.
El fiscal Miguel Ángel Gilligan dictaminó a favor de que la Justicia federal trate ese recurso. Lo hizo este martes, justamente el día en que Arroyo Salgado pidió a Paraguay la extradición de ambos y sus traslados al tribunal de San Isidro que encabeza, como así también el allanamiento del departamento de lujo en el que están detenidos y el secuestro de sus celulares, equipos electrónicos y otros objetos que tenían en su poder cuando fueron interceptados en Ciudad del Este.
La decisión de la magistrada se enmarca en una de las causas en la que se investiga al exsenador por presunto enriquecimiento ilícito y lavado de dinero, la cual también involucra a su secretaria y que tramitaba en la Justicia federal de San Isidro antes de que se desatara el escándalo en la nación vecina.
Como parte de ese expediente, abierto en julio de este año, se confirmó que la empresa Betail S.A. -de la que Kueider es dueño en un 50%- compró tres departamentos con cocheras en un exclusivo complejo de la ciudad entrerriana de Paraná.
Fuentes de la investigación en Paraguay consideraron que este pedido de extradición podría complicarse si, como se espera, la Justicia de ese país amplía la carátula de la causa y le agrega el delito de lavado de activos.