Se lo había visto por última vez en la mañana del 1º de enero, cuando ingresó al mar para intentar rescatar a una mujer arrastrada por la corriente.
Después de cinco días de búsqueda, la peor noticia llegó este domingo: los rescatistas hallaron el cuerpo de Franco Toro, el joven argentino de 30 años que había desaparecido en las primeras horas del 1º de enero cuando intentaba auxiliar a una mujer que había sido arrastrada por la corriente del mar hacia un sector de piedras en Punta del Este.
Los restos del tatuador y artista plástico, que había viajado a Uruguay para trabajar en el rubro gastronómico durante la temporada de verano, fue encontrado en la zona conocida como «La Olla» de la playa El Emir de la localidad balnearia.
El operativo de búsqueda se había retomado recientemente, después de un parate y varios días de búsqueda por parte de efectivos de la Prefectura, buzos y el cuerpo de guardavidas de Maldonado. La búsqueda no era sencilla por las condiciones de la zona y la meteorología que no acompañó en los primeros días.
El incidente que finalmente se cobró la vida de Toro se desencadenó cuando la corriente sorprendió a la mujer y otros dos hombres que entraron al agua para ayudarla y también quedaron atrapados.
En aquel primer día del 2025, la Prefectura de Punta del Este recibió el aviso de emergencia a las 7:15 y desplegó a rescatistas por tierra y mar. Lograron rescatar a la mujer y a uno de los hombres, mientras que el tercero logró salir por sus propios medios. Sin embargo, Franco no había sido localizado.
El joven desapareció de la vista de todos el pasado miércoles a la mañana, cuando tres personas presentaban dificultades para salir del agua en una zona rocosa. Si bien dos lograron salir con vida, Toro no corrió la misma suerte en ese momento y, desde entonces, no lo pueden encontrar.
El argentino, nacido en Bahía Blanca, se desempeñaba como tatuador y artista plástico y era un amante de los animales, según muestran sus redes sociales. Tenía varios perfiles en Instagram: uno que usaba de manera personal, otro para promocionar su trabajo como tatuador, y un tercero destinado a compartir sus obras en acuarela, óleo, watercolor, lápiz y esculturas.
Lo último que se supo de él es que había viajado con un grupo de amigos hacia Punta del Este, donde fue contratado por un local de comida. En la noche de Año Nuevo salió de una fiesta y en la madrugada entró al mar para ayudar a salir a otros. Toro no volvió a ser visto hasta este domingo 5 de enero una vez que se adentró en el agua.
