El fiscal federal Ramiro González no apeló el fallo de Ariel Lijo, por lo que respaldó que no hubo irregularidades en la evolución patrimonial de la ex gobernadora.
La ex gobernadora de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, quedó sobreseída en la causa por presunto enriquecimiento ilícito, iniciada en 2022 tras la compra de un departamento en Recoleta. La decisión judicial quedó firme este viernes luego de que el fiscal federal Ramiro González no apelara el fallo del juez Ariel Lijo, quien había determinado en diciembre pasado que no hubo irregularidades en la evolución patrimonial de la diputada.
La denuncia había sido presentada por el abogado Yamil Castro Bianchi, quien señaló que Vidal adquirió un inmueble valuado en 340.000 dólares en 2019, pese a haber declarado un patrimonio de 95.000 dólares ese mismo año. En su defensa, la ex gobernadora explicó: “Es el resultado del trabajo de toda mi vida, de la venta de mi casa anterior cuando me divorcié y de la mitad del auto que tenía con mi exmarido. Una mitad de la casa la pagué con eso y la otra, con una hipoteca de 10 años”.
El juez Lijo sostuvo que la investigación y las pruebas reunidas no evidenciaban “un incremento injustificado” del patrimonio de Vidal, por lo que dictó su desvinculación del proceso. En su fallo, destacó que sus declaraciones juradas, junto con la documentación de la hipoteca y los informes de organismos oficiales, “concuerdan entre sí, mostrando coherencia y transparencia en la evolución patrimonial de la imputada”.
El sobreseimiento quedó firme luego de que el fiscal González dejara vencer el plazo para apelar la decisión. En respuesta, Vidal expresó su satisfacción a través de su cuenta en la red social X, donde afirmó que había sido víctima de una persecución política: “El kirchnerismo me inventó una causa y usó la AFIP militante para perseguirme. Finalmente ni ellos ni la justicia encontraron nada, y el fallo es claro: fui sobreseída”.
En su mensaje, la diputada remarcó la transparencia de su situación financiera y denunció una maniobra para desacreditarla. “Trabajo desde los 20 años, mi patrimonio siempre fue público y quedó demostrado que esto fue una operación para ensuciarme. NO SOMOS TODOS IGUALES”, concluyó.