EL CAMPO EN RADIO EL MUNDO: Calidad y rendimiento que conquistan mercados nacionales e internacionales.
EL CAMPO EN RADIO EL MUNDO: El valle inferior del Río Negro se destaca como un epicentro clave en la producción de alfalfa, un cultivo fundamental tanto para la rotación agrícola como para la producción forrajera. Esta plantación no solo ocupa una vasta superficie en la región, sino que también desempeña un papel estratégico en la producción de carne y en la rotación de cultivos como la cebolla y el maíz.
«La alfalfa es un pilar en el desarrollo agrícola de nuestra región desde sus inicios», le contó a Noticias Net Juan José Gallego, coordinador del área de producción animal del INTA Valle Inferior. «Su crecimiento sostenido, impulsado por nuevas oportunidades de exportación y cambios en los esquemas productivos, la ha consolidado como un cultivo esencial para nuestra economía», agregó.
La historia de la alfalfa en la zona muestra una evolución significativa. Tras mantenerse estable en torno a las 1.000 hectáreas hasta 2006-2007, la región experimentó un impulso notable a partir de 2008, gracias a la demanda internacional de forraje, especialmente desde Oriente Medio. Hoy, la producción se concentra en fardos y rollos, con un fuerte enfoque en la exportación de mega fardos.
En Río Negro, la alfalfa se posiciona como el cultivo perenne más relevante después de la fruticultura del alto valle. Con más de 10.000 hectáreas cultivadas en toda la provincia, su importancia radica en su alto potencial productivo, comparable con zonas líderes en Argentina.
El INTA Valle Inferior lideró investigaciones clave sobre el manejo de la alfalfa, abarcando desde la producción de carne hasta la evaluación de cultivares. «Nuestros ensayos buscan optimizar el manejo del cultivo y mejorar su competitividad en el mercado», explicó Gallego.
La producción de alfalfa del valle inferior se destina tanto al mercado interno como a la exportación, contribuyendo significativamente a la generación de divisas en la provincia. Argentina exporta entre 100.000 y 120.000 toneladas de forraje al año, y Río Negro aporta el 20% de ese total.
A pesar de su éxito, el cultivo enfrenta desafíos como la optimización de la nutrición y la implementación de tecnologías avanzadas. «Es fundamental fortalecer la colaboración entre productores, instituciones y el sector comercial para impulsar la innovación y el desarrollo tecnológico», concluyó Gallego.
