
Este domingo, el artista de 72 años falleció en una clínica de la ciudad de Buenos Aires, donde permanecía internado. La triste noticia la dio a conocer la cuenta oficial de Los Carabajal.
Este domingo, la música popular argentina despidió a uno de sus grandes referentes: Mario «Musha» Carabajal, integrante histórico del grupo santiagueño Los Carabajal, falleció a los 72 años. El músico estaba internado en un centro de salud de la Ciudad de Buenos Aires desde hacía varias semanas. La noticia fue confirmada por su familia y por el propio grupo a través de las redes sociales. «Con el corazón lleno de dolor anunciamos la partida de nuestro amado Mario», expresaron desde la cuenta oficial, resaltando que su legado seguirá vivo en la música y en el recuerdo colectivo.
Musha Carabajal fue parte de una familia que dejó una huella profunda en el folclore nacional. Nacido en Santiago del Estero, se incorporó al conjunto con tan solo 14 años y desde entonces su voz, su guitarra y su carisma se convirtieron en sello distintivo del grupo. A lo largo de más de cinco décadas, fue protagonista de una trayectoria que combinó respeto por las raíces con una proyección nacional que hizo trascender clásicos como La oma, Zamba de mi esperanza y Entre a mi pago sin golpear.
Su partida se conoció pocos días después de que anunciara su retiro del grupo. El 1 de abril, en una conferencia donde se presentó la nueva formación, se oficializó su desvinculación. Musha, con palabras cargadas de afecto, explicó que por motivos de salud no pudo continuar viajando con la banda y deseó lo mejor a sus compañeros. «Tengo aceptación, que Dios los proteja», dijo, dejando ver la serenidad con la que asumía el cierre de una etapa fundamental de su vida.
Fuera del escenario, Musha llevó una vida tranquila en Vicente López, donde vivía desde hacía más de 30 años. Allí fue distinguido como «Vecino destacado», un gesto que lo emocionó profundamente. Con humildad, solía decir que prefería pasar desapercibido, aunque su impronta artística siempre lo hizo inolvidable. Su fallecimiento deja un vacío en la música popular, pero también un legado inmenso que seguirá vibrando en peñas, festivales y corazones de todo el país.