Sus actividades ilícitas se remontan al año 2000, cuando fue detenido por primera vez por robo. Once años después fue capturado y sentenciado a 34 años de prisión por narcotráfico, delincuencia organizada y homicidio. Su esposa e hijos fueron retenidos en Argentina y expulsados del país.
El Gobierno ecuatoriano continúa con la búsqueda de José Adolfo Macías Salazar, alias “Fito”, líder de Los Chneros, considerada una de las bandas criminales más peligrosas del país por sus presuntos nexos con cárteles mexicanos, quien al parecer se evadió de la Penitenciaría del Litoral.
El secretario general de Comunicación de la Presidencia, Roberto Izurieta, aseveró que con unos 3.000 policías y militares continúan el operativo de búsqueda de “Fito”, un “delincuente con características sumamente peligrosas” relacionadas con el terrorismo.
“Fito” es el cabecilla de Los Choneros, considerada por las autoridades de Ecuador como una de las mayores bandas criminales del país con presuntos nexos con cárteles mexicanos.
Los Choneros surgieron en la década de los años 90 en Chone, ciudad de la costera provincia de Manabí, y progresivamente fueron ganando poder en las rutas del narcotráfico, particularmente en el tránsito de la cocaína procedente de Colombia hacia Centroamérica o Norteamérica, según informes de la Policía.
De acuerdo con las mismas autoridades, actualmente están dedicados al narcotráfico, la extorsión, el sicariato y el tráfico de armas, entre otros delitos, y se encuentran enfrentados con Los Lobos y Los Tiguerones.
“Fito” nació el 18 de noviembre de 1979 en la ciudad de Manta y asumió el liderazgo de Los Choneros tras el asesinato de Jorge Luis Zambrano, alias “Rasquiña”, el 28 de diciembre de 2020. En tal fecha, el jefe criminal fue acribillado en la cafetería de un centro comercial a plena luz del día, seis meses después de haber salido de prisión.
De acuerdo con la información disponible para consulta pública, sus actividades ilícitas se remontan al año 2000, cuando fue detenido por primera vez por el delito de robo. Once años después fue capturado y sentenciado a 34 años de prisión por narcotráfico, delincuencia organizada y homicidio.
“Fito” estuvo recluido en el Centro de Rehabilitación Social de Varones del Guayas No. 2, conocido como “La Roca”, desde ese entonces hasta febrero de 2013. El día 11 de aquel mes, Macías Villamar y otros 17 reos de alta peligrosidad se fugaron de la cárcel y usaron botes y lanchas para escabullirse por el Río Daule.
Sin embargo, su breve periodo de libertad se vio interrumpido apenas tres meses después, ya que la madrugada del 26 de mayo fue recapturado por la Policía Nacional en su ciudad natal.
Según el informe de las autoridades, “Fito” y su hermano Ronal Javier Macías Villamar, alias “Javi”, fueron ubicados gracias a información recibida por el entonces Ministro del Interior, José Serrano Salgado, vía correo electrónico.
Durante el operativo, los agentes policiales irrumpieron en dos inmuebles que le pertenecían a la familia de los criminales. A “Javi” lo capturaron cuando estaba durmiendo, mientras que “Fito” fue descubierto cuando se escondía en una instalación subterránea en una construcción en frente.
Tras su recaptura, “Fito” fue trasladado a la Penitenciaría del Litoral en la ciudad de Guayaquil, la más grande de todo el país. Días antes del asesinato de Fernando Villavicencio, el líder de Los Choneros hizo una aparición pública, mediante un video, en la que anunció una tregua de paz con otras células criminales, incluidas Los Lobos y Los Tiguerones, asociadas al Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
“Como compromiso de la buena fe hacemos entrega voluntaria de las armas, lo cual demuestra nuestra fe de compromiso, que la paz y la seguridad regresen al país ecuatoriano”, dijo el jefe criminal luego de que el gobierno de Lasso declarara un estado de excepción en todas las prisiones del territorio nacional.
La última fuga
Según Izurieta, “Fito” tenía privilegios en la cárcel en Ecuador en la que estaba recluido, donde el sistema carcelario “es fallido”.
Consultado en la televisión Teleamazonas si conoce cuándo aparentemente se fugó “Fito”, el secretario de Comunicación de la Presidencia comentó que “lo más probable” es que se filtró información y que fue “cuestión de horas” antes, pero recalcó que “la búsqueda continúa” y hasta el momento no se han registrado incidentes.
Asimismo, avanzó que posteriormente se darán a conocer las investigaciones de si se dieron infiltraciones “y de “cómo el prisionero no estaba en su lugar”.
La Fiscalía del Estado ya formuló cargos contra dos guardias penitenciarios a los que vinculó con la fuga.
El mismo domingo, poco después de que inició la búsqueda de “Fito”, la Fiscalía abrió -de oficio- una investigación “por la presunta evasión del privado de libertad Adolfo M. V., alias “Fito” -líder de la agrupación delictiva Los Choneros-, de la Penitenciaría del Litoral”.
Su familia
La esposa y los hijos del jefe narco ecuatoriano “Fito”, quien se fugó recientemente de una prisión en Guayaquil, fueron retenidos en el centro de Argentina y expulsados del país, informaron este viernes las autoridades.
Los familiares de “Fito”, cuya fuga desató una ola de violencia en Ecuador, fueron apresados en un barrio privado en la provincia de Córdoba, dijo en conferencia de prensa la ministra de Seguridad argentina, Patricia Bullrich.
La ministra explicó que la esposa de Macías y sus hijos, junto a otros integrantes de su “clan”, habían venido a instalarse en un barrio privado en Córdoba el 5 de enero, tres días antes de la fuga de Macías de una prisión en Guayaquil.
“Es un éxito importantísimo que podamos, con tanta rapidez, habiendo entrado esta familia el día 5, haberlos deportado del país hoy”, dijo Bullrich. El avión de la Fuerza Aérea con la familia partió en la madrugada del viernes.
“Estamos orgullosos que Argentina sea un territorio hostil para que una banda de narcotraficantes pueda venir a instalarse”, añadió.
La crisis de seguridad que vive Ecuador fue desencadenada por la fuga de “Fito”, confirmada el 8 de enero, a la que siguieron motines en las cárceles, secuestros de policías y ataques con explosivos.
La espectacular toma por parte de hombres armados del canal TC en plena transmisión el pasado 9 de enero conmocionó al país, llevó al presidente Daniel Noboa a declarar un “conflicto armado interno” y ordenar una lucha sin tregua contra una veintena de bandas.
Una veintena de organizaciones siembran el terror en Ecuador e imponen su poder desde las cárceles, en represalia por las políticas de mano firme del gobierno para enfrentar a estos grupos, en un país que hasta hace pocos años era considerado tranquilo.
La familia de “Fito” Macías
- Su esposa, Inda Mariela Peñarrieta Tuarez
- Su hija, Michelle, de 21 años
- Su hija, Ilse María, de 12 años
- Su hijo, Lian Sejam, de 4 años
- La empleada doméstica, Denny Yadira Laines Basurto
- Su sobrino, Javier Macías Alcivar
- Un amigo de la familia, Ángel Zambrano Chiquito
Cárcel intervenida
Un numeroso contingente de policías y militares ingresó este jueves a la Cárcel Regional de Guayaquil, la misma de donde semanas atrás se escapó José Adolfo Macías Villamar, “Fito”.
Durante la intervención, los policías y militares inmovilizaron a los presos semidesnudos en uno de los patios con el objetivo de realizar un exhaustivo registro a las celdas en busca de armas y objetos prohibidos, tal y como las fuerzas del orden hicieron días atrás en otras cárceles donde se registraron motines con unos 200 rehenes ya liberados.
Los uniformados hicieron a los reclusos cantar el himno nacional frente a una banda ecuatoriana colgada desde la parte alta del pabellón intervenido, según se aprecia en las imágenes difundidas en redes sociales por el Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas.
En las anteriores intervenciones carcelarias realizadas por las autoridades desde el inicio de la “guerra interna” declarada por el Gobierno contra las bandas del crimen organizado se hallaron numerosas armas de fuego, armas blancas, chalecos antibalas y granadas, entre otros artículos prohibidos.
Similares requisas hechas el año pasado dieron cuenta de que las bandas criminales, que tienen el control interno de numerosas cárceles, poseían auténticos arsenales de guerra con fusiles de asalto, como sucedió en el caso de la Penitenciaría del Litoral, la cárcel más grande y poblada de Ecuador, contigua a la Cárcel Regional de Guayaquil.