El fondo liderado por Hans Humes tuvo un rol activo en el default del 2002 y en la reestructuración de la deuda privada liderada por Martín Guzmán en 2020.
El ex ministro de Economía y ex candidato a la presidencia de Unión por la Patria, Sergio Massa, se sumará a trabajar a Greylock Capital Management, un fondo de inversiones estadounidense que tiene prácticas generalmente llamadas en la Argentina como «buitres».
Estos fondos compran deuda de alto riesgo de distintos países que saben que no van a poder pagarlas, y luego se encargan de recuperar el dinero a través de embargos a los países que entran en defualt.
Esta empresa, comandada por el famoso buitre Hans Hume, hizo una fortuna con el default de Argentina en 2002, y tuvo un rol activo en la reestructuración de la deuda privada liderada por Martín Guzmán en 2020.
Massa pronto lanzará una nueva fundación, llamada «Fundación Encuentro», que estará compuesto por varios funcionarios que trabajaron con él durante su mandato en el Ministerio de Economía como Gabriel Rubinstein, Lisandro Cleri, Eduardo Setti y Guillermo Michel.
Massa seguirá trabajando en la arena política argentina, pero con un perfil más bajo, trabajando en las sombras. Tendrá un despacho en Buenos Aires y otro en Nueva York.
El reporte de REDD también indica que varias personas que integraban su equipo en el Ministerio de Economía también se sumarán al fondo. En principio, Massa y los que se sumen tendrán un contrato por dos años.
Los directores de Greylock Capital han participado en más de 50 negociaciones de comités de acreedores y transacciones de gestión de pasivos en más de 30 países, incluidos varios en Argentina, detalla la firma en su sitio web. El fondo tiene su sede en Nueva York e invierte en mercados emergentes.
El nuevo socio de Massa
Hans Humes, jefe de Greylock Capital, fue uno de los acreedores más colaborativos para cerrar el acuerdo de reestructuración de la deuda privada de US$66.100 millones que gestionó Martín Guzmán en agosto de 2020.
A tal punto, que esa firma se apartó de comités de acreedores que sostenían una postura agresiva y denunció su obstruccionismo. Con el correr del tiempo, el acuerdo de Guzmán fue calificado por Massa como “pésimo”, porque había sido “el único canje de la historia económica mundial en el que, al día siguiente que se terminó, cayó el valor de los bonos en lugar de subir”.
Humes ya había mostrado su interés por Massa durante la campaña electoral, que terminó con la derrota del kirchnerismo en el balotaje frente a Javier Milei. Una victoria de Massa “es una especie de escenario ideal”, había dicho el inversor a la agencia Bloomberg.
“Debería haber mucha más confianza en el mercado en torno a Massa. Creo que la gente verá que este tipo es competente y un par de buenas manos”, declaró.