El periodista Alejandro Alfie publicó en la red social X una investigación contra Pedro Brieger, en la que detalla acusaciones de 5 víctimas difentes que denunciaron que las violó, pero que estuvo blindado mediáticamente.
Mientras concluye un horrendo episodio de abuso sexual en el mundo kirchnerista, con la condena y el arresto de José Alperovich, otro capítulo se abre. Gracias a una investigación de Alejandro Alfie, salió a la luz una extensa historia de abusos sexuales, acoso y violaciones presuntas por parte del periodista ultra-K, Pedro Brieger.
Brieger es reconocido como periodista y sociólogo, habiendo trabajado en diferentes diarios porteños, como Clarín, El Cronista, La Nación, Página/12, Perfil y en las revistas Noticias, Somos, Le Monde y Panorama. Por años condujo el programa Visión Siete Internacional (2005-2016) y fue columnista de política internacional de “Visión Siete” (2004-2016), el noticiero de Canal 7.
Como buen kirchnerista, había estado 12 años trabajando también en TV Pública, Radio Nacional y Télam, donde fue apartado durante el gobierno de Macri. Actualmente se desempeña como Director de NODAL (Noticias de América Latina y el Caribe) y ejerce como profesor titular de “Sociología del Medio Oriente” en la UBA.
Sin embargo, en esta ocasión, Brieger enfrenta acusaciones mucho más graves. Una investigación llevada a cabo por el periodista Alejandro Alfie lo señala por presuntos acosos sexuales contra varias mujeres. Alfie, licenciado en Ciencias de la Comunicación y profesor adjunto, además de ser director del GIC en la UBA y magíster en Periodismo por la Universidad de San Andrés, actualmente colabora con Clarín y participa en los programas radiales «Contacto Digital» (Rivadavia) y «Ventana Abierta» (Continental).
Brieger ha negado de manera contundente las acusaciones, argumentando que son falsas. Sin emargo, la gravedad de las denuncias en su contra, de ser comprobadas, conllevan graves delitos y consecuencias severas para Brieger.
«Hay un periodista muy reconocido que enfrenta cinco acusaciones de acoso sexual, pero como las cuatro periodistas afectadas y una secretaria de una universidad donde él enseñaba no presentaron denuncias judiciales, entonces nadie ha reportado nada y él sigue trabajando como si nada», escribió Alfie en su cuenta de Twitter el 19 de junio, sin revelar aún de quién se trataba.
«Le pregunté a este periodista muy conocido sobre los casos de acoso sexual que pude verificar con las periodistas afectadas o personas cercanas a ellas, y él me advirtió que si divulgaba la información, me demandaría a mí y a quienes lo acusaran, pero de todos modos voy a informarlo», aclaró en un siguiente post.
Luego detalló sobre las presuntas víctimas: «Las cinco mujeres que acusan de acoso sexual a este periodista muy conocido son casos ocurridos entre 1994 y 2019: una periodista que trabajó en Télam, otra periodista que lo entrevistó en su programa de radio, su columnista de género, una alumna suya en TEA, y una secretaria de la UB».
«La investigación sobre los casos de acoso sexual surgió después de que yo publicara en Clarín en octubre del año pasado que un periodista especializado en temas internacionales ganó un juicio laboral contra la TV Pública y Radio Nacional», aseguró.
«Por ese juicio, la Cámara del Trabajo determinó que debían indemnizarlo con $224 millones por 10 años de trabajo, aunque los abogados de los medios públicos apelaron a la Corte para reducir esa suma millonaria, que consideraron ‘exorbitante y desproporcionada’. En ese momento, una periodista que había trabajado en Télam me comentó que este periodista ganador del juicio la ‘acosó en un viaje a Túnez’ cuando él fue enviado a cubrir el viaje de Cristina Kirchner por la TV Pública, lo que inició esta investigación periodística», explicó Alfie.
Luego, añadió: «No soy especialista en estos temas, pero no podía ignorar lo ocurrido. Años atrás había escuchado sobre un caso de acoso por parte de este periodista en la UB y creí que podría haber un patrón de comportamiento con varios casos similares, aunque no hubiera denuncia judicial», publicó el periodista en su cuenta de X.
Después de eso, Alfie publicó la respuesta de Brieger en la que mencionó directamente su nombre y apellido. «La respuesta de Pedro Brieger. Le consulté sobre estos cinco casos en los que lo acusan de acoso sexual. Negó todo: ‘Lo que planteás de ninguna manera ocurrió. Mi vida fue, es y será pública, soy periodista’, aseguró el especialista en temas internacionales. Le relaté cada uno de los casos y le pedí que no contactara a las mujeres que lo acusan para no revictimizarlas. Me respondió: ‘Quedate tranquilo que yo no tengo ningún contacto con las personas que mencionás y menos por cosas que no ocurrieron’».
Alfie también compartió en su cuenta de Twitter que Brieger lo advirtió sobre posibles acciones legales por estas acusaciones. «‘Entiendo que tengan que desviar la información hacia cualquier barbaridad para tapar la inseguridad y la economía del gobierno. Te adelanto que de persistir en la difamación, tendré que recurrir a un abogado para denunciar a tus fuentes, a vos y reclamarles me indemnicen los perjuicios que me generen por difundir acusaciones falsas de semejante gravedad’, continuó el periodista kirchnerista.»
Y añadió: «Si de todas maneras te obligan a publicarla, hagan como quieran porque la verdad siempre se impone». Ante esto, Alfie aclaró: «Lo único que hago es difundir la información que conseguí en esta investigación. Después, que cada uno saque sus propias conclusiones.»
Primer caso: el presunto acoso a Agustina Kampfer
Alfie escribió: «La periodista Agustina Kämpfer reveló en 2010 que sufrió situaciones de acoso por parte de Pedro Brieger cuando estudiaba en TEA (Taller Escuela Agencia), en la sede de Lavalle y Junín entre los años 2000 y 2002. En ese momento, trabajaba como panelista en un programa de televisión y mencionó los incidentes coincidiendo con la entrega del premio Martín Fierro a Brieger por su trabajo en el noticiero Visión 7 de la TV Pública.
Relató que, al llegar tarde a clase, se veía obligada a sentarse en primera fila, momento en el cual Brieger la miraba de manera insistente en la entrepierna y los pechos, lo que la incomodaba profundamente. Además, mencionó que Brieger la tomó del brazo en las instalaciones de la escuela para susurrarle frases como ‘qué linda que estás‘ o ‘qué bien te queda lo que llevas puesto‘. A pesar de esto, Kämpfer decidió no presentar una denuncia judicial contra Brieger, una constante que se repite en los otros cuatro casos que pude investigar.»
Segundo caso: el presunto acoso a la periodista Cecilia Guardati
Alfie escribió: «La periodista Cecilia Guardati, en aquel entonces trabajando para Télam, sufrió un incidente durante la cobertura de la gira presidencial de Cristina Kirchner en Túnez en 2008. ‘Nos avisaron desde Presidencia que Cristina iba a hablar después de la cena. Pedro Brieger me pidió que le pasara el audio cuando regresara de ese evento, ya que él no podía asistir’, relató Guardati. ‘Al volver, recibí otro mensaje de Brieger pidiéndome que llevara el audio a su habitación y le contara qué había dicho Cristina en la reunión.
En este tipo de viajes, la habitación se convierte en una oficina, así que no podía prever lo que sucedería’, continuó. ‘Cuando llegué a su habitación, encontré la puerta entreabierta. Entré y lo vi desnudo, recostado en la cama y masturbándose mientras me hablaba, tapándose con una sábana’, detalló Guardati. ‘Me fui de inmediato y nunca más le hablé. Es indignante que lo enviaran a cubrir la gira presidencial para la TV Pública y que actuara de esta manera’.
Posteriormente, cuando Brieger iba a participar en una charla en Télam, ‘su invitación fue cancelada’ después de que sus colegas se enteraran de lo sucedido. Guardati explicó por qué no presentó una denuncia judicial: ‘En ese momento, no hablé de esto. Tiempo después, al comentar el caso con mis amigas, surgió el tema del acoso, pero sin considerar que podía denunciarlo. Vivía en España en ese entonces, y temía las consecuencias de enfrentarlo públicamente.
Tercer caso: el presunto acoso a una periodista anónima
Alfie escribió: «Otra periodista, conocida de Cecilia Guardati, también acusó a Pedro Brieger de acoso, pero prefirió mantener el anonimato para evitar revivir una experiencia traumática. La llamaré ‘María‘ para proteger su identidad. ‘Viví una situación similar a la de Cecilia, aunque unos años después, en 2010. Tenía 25 años y lo conocía porque fui su alumna en clases de Sociología del Medio Oriente’, contó. ‘Él era mayor que yo y una figura reconocida en temas internacionales. Solíamos hablar, y un día fui a entrevistarlo para un portal digital donde trabajaba’. ‘Nos encontramos en el centro cultural Caras y Caretas, donde hacía su programa de radio en AM750.
Después de la entrevista, mientras estábamos en el hall, se masturbó frente a mí mientras le pedía que no lo hiciera‘, continuó la periodista. ‘Aunque había gente cerca que podría haber pasado, él no parecía preocuparse. Antes de esto, había hecho comentarios inapropiados, pero nunca imaginé que llegaría a masturbarse frente a mí durante una entrevista. Después de eso, corté todo contacto con él‘, relató María. ‘Cuando mencioné esto a colegas, algunos reconocieron que Brieger tenía fama de degenerado, pero no esperaban que llegara a este extremo. Nunca lo hice público por miedo a las repercusiones. Él tiene un prestigio significativo en ciertos círculos, y no quería enfrentar la crítica pública.
Cuarto caso: el presunto acoso a la columnista de género
Alfie escribió: «Cuarto caso: una columnista de género que trabajaba en el programa de radio ‘Demoliendo Fronteras’ en Radio 10 tuvo que renunciar en 2019 debido a situaciones incómodas con Pedro Brieger. Una fuente cercana a la periodista compartió su testimonio: ‘Ella enfrentó muchas incomodidades en el programa. Aunque trataba temas de género y feminismo, Brieger la acosaba constantemente, diciéndole cosas como ‘qué linda eres‘ y enviándole mensajes de WhatsApp completamente inapropiados, donde los límites eran borrosos.
Al aire, él era respetuoso, pero fuera del programa su comportamiento era acosador, a pesar de que ella no daba lugar a sus insinuaciones’, explicó la fuente. ‘La situación era tan tensa que, aunque ella quería seguir trabajando allí, renunció seis meses después debido al poder que Brieger tenía en el medio como conductor del programa de radio. Al principio, ella pensó que el problema era suyo, que debía poner límites a Brieger. Pero finalmente entendió que estaba siendo acosada en su lugar de trabajo, aunque no de manera tan explícita como en otros casos’, concluyó la fuente cercana.»
Quinto caso: el presunto acoso a una secretaria
Alfie describió el quinto caso detalladamente: «Una secretaria denunció a Pedro Brieger cuando era profesor en la Universidad de Belgrano entre 1994 y 1995. ‘Tuvo que renunciar después de que Brieger la acosara en la Carrera de Periodismo, dentro de la Facultad de Derecho‘, relató una persona cercana a ella. Brieger llamó a la universidad buscando a una autoridad de la Facultad. Al no encontrarla, le dijo a la secretaria: ‘Estoy en casa, en short, ojotas, en un sillón muy cómodo y con mi … muy duro‘, seguido de una serie de comentarios groseros. La secretaria cortó la llamada, pero Brieger continuó llamando ese mismo día. Finalmente, habló con el decano y el director de la carrera, quienes convocaron a Brieger y le exigieron que renunciara a su cargo docente.»
La persona cercana a la secretaria comentó: «Ella tenía mucho miedo en ese momento, temía represalias por parte de él, aunque no ocurrieron. Cambió su rutina para ir a la universidad después de esa experiencia, la primera y única vez que le sucedió algo así». Respecto a la falta de una denuncia judicial, la persona cercana añadió: «Ella no denunció porque consideró que con dejar la universidad era suficiente, y nunca se le ocurrió hacerlo, ni recibió asesoramiento para hacerlo.»