Chaco es una provincia totalmente contaminada por la corrupción, los asesinatos, los fraudes y la impunidad desde que Coqui y sus secuaces llegaron al poder en 2007 pero en 2023 el cruel asesinato de Cecilia Strzyzowski por gente de extrema vinculación al caudillo chaqueño puso al descubierto en todos los medios de Argentina lo que ocurre ahí y le hizo perder la elección al gobernador mas nefasto de la historia argentina pero en 2011 ocurrió un crimen aberrante que muchos medios no recuerdan y muchos chaqueños hacen silencio para cubrir al cómplice de Cristina Kirchner, Jorge «Coqui» Capitanich.
Se cumplieron 10 años de la condena de Luis «Gusano» Menocchio por doble homicidio de Manuel Roseo y su cuñada, ocurridas en la ciudad chaqueña de Castelli el 13 de enero de 2011, donde previamente torturó a las víctimas.
Este medio, dialogó con el entonces abogado de la familia Roseo, Carlos Gustavo Del Corro, quien aseguró que se trató de un crimen por encargo.
El crimen es uno de los más recordados de la región, el cual estuvo envuelto en un entramado , que según el abogado de la familia Roseo y sus allegados, está vinculado a figuras importantes del poder y la política de la provincia de Chaco.
Uno de los datos aterradores de aquella tarde donde «El hombre de las mil caras» asesinó a estas dos personas, fue la situación que ocurrió con la hija del estanciero chaqueño. Lucía contó en redes sociales que tres personas llegaron a su casa, momento en el cual ella se estaba yendo de la vivienda y uno de ellos la saludó diciendo “Buenos días” y volvió a ingresar para minutos después torturar y matar a su padre y su tía.
Para la Justicia, Luis Menocchio, fue el coautor de los homicidios de Manuel Roseo y de su cuñada para quedarse con La Fidelidad, un establecimiento rural de 250.000 hectáreas, en Chaco, convertido hoy en parque nacional.
Para el abogado Del Corro, expuso su cercanía y con la familia Roseo «Fuí su abogado hasta mayo del año 2022. Yo soy el que participó en todos los juicios que tuvo la familia, en el juicio por el doble homicidio en el cual murió Manuel y la cuñada Nelly Bartolomé. Yo participé en el juicio oral y en las instancias investigativas de la causa, que tiene muchísimos pliegues políticos y muchísimo interés social», comenzó diciendo.
En tanto, afirmó: «Ahí hubo hay un crimen por encargo que no se quiso investigar, que el Estado chaqueño no quiso investigar porque posiblemente, casi con seguridad, había figuras del poder involucradas», contó Del Corro. El Tribunal de la Cámara en lo Criminal Nº 2 por unanimidad dictaminó prisión perpetua para Luis “Gusano” Menocchio, Claudio Alfredo Gómez y Salvador Borda por las muertes de Manuel Roseo y su cuñada Nelly Bartolomé ocurridas en la ciudad chaqueña de Castelli el 13 de enero de 2011.
Sin embargo, Del Corro contó detalles inéditos y apuntó contra la fiscal de la causa: «La fiscal que investigaba el homicidio de Manuel Roseo mandó a embalsamar el cuerpo para destruir los datos genéticos», añadió el abogado.
Detalló que esto ocurrió cuando estaban haciendo estudios de ADN para determinar la paternidad de Manuel Roseo sobre los dos hijos que él estaba defendiendo: «En ese ínterin la fiscal mandó a embalsamar el cuerpo, no se sabe quién dio la orden, nunca se pudo saber, siempre una orden que salió mágicamente desde arriba de no se sabe de dónde y la fiscal destruyó, cuando había una prohibición de tocar el cuerpo, una prohibición de innovar sobre el cuerpo mientras no estén extraídos los datos genéticos», sostuvo Del Corro.
El italiano Manuel Roseo, dueño de la estancia La Fidelidad, cruelmente asesinado por una banda que quería quedarse con sus tierras.
El plan y el crimen
Con pedido de captura internacional por los homicidios en Paraguay, y después de salir de la cárcel por la falta de una sentencia firme por el asesinato del productor de cine, Menocchio necesitaba conseguir dinero de forma urgente.
Así fue que, a través de un abogado, Menocchio se enteró en diciembre de 2010 del campo La Fidelidad, de 250.000 hectáreas, situado entre Chaco y Formosa, propiedad de Manuel Roseo, un productor agropecuario que, al contrario del Gusano, vivía sin ostentaciones y de forma austera, en una humilde casa de la ciudad chaqueña de Juan José Castelli.
Roseo era el estanciero más importante de Chaco. A principios de la década del 70 le compró el campo a Jorge Born. Junto con su hermano se instaló en el Impenetrable después de vender el emprendimiento textil que tenía en Buenos Aires.
Su hermano y su esposa fallecieron, y quedó solo con su cuñada. Con 2500 kilómetros cuadrados, el campo de Roseo tenía una superficie similar a la de Luxemburgo. Ocupaba 150.000 hectáreas en Chaco y las otras 100.000 hectáreas en Formosa, con el río Bermejo en el medio.
“El plan de Menocchio consistía en estafar a Roseo con la confección de un boleto de compraventa falso y desapoderarlo del campo. Pero necesitaba de la complicidad de Claudio Gómez, quien tenía un litigio por el campo de la víctima. La maniobra se completaba con la desaparición de Roseo, bajo un escenario sumamente ingenioso: fraguando un asalto”, explicó uno de los abogados querellantes al presentar los lineamientos de la acusación en el juicio oral contra Menocchio.
Para ganar la confianza de Roseo, Menocchio se presentó en la ciudad de Juan José Castelli como un interesado en comprar una parte del campo del productor agropecuario. Por entonces, Roseo tenía la intención de vender parte de las 250.000 hectáreas con el objetivo de invertir ese dinero en un emprendimiento productivo que le permitiera obtener un mayor rendimiento de la tierra. “Roseo fue torturado para que firmara el boleto de compraventa que los asesinos llevaron hecho.
A Nélida Bartolomé la mataron delante de Roseo, quien se negó a firmar y le sacaron la huella digital por la fuerza. Nidio Gómez, un hábil dibujante de firma que Menocchio conoció en la cárcel fue el encargado de asentar la rúbrica de Roseo en la escribanía”, manifestó uno de los letrados que representaban a los hijos y la pareja de la víctima en el juicio oral.
Según la investigación realizada por la fiscal Juana Rosalía Nis, Menocchio, Gómez y Salvador Borda llegaron a la casa de Roseo, situada en España 365, minutos después de las 7 del 13 de enero de 2011. Allí, torturaron al empresario y a su cuñada hasta matarlos.
Después de concretar su faena asesina, los homicidas limpiaron la vivienda con solvente y quitaesmaltes. Antes de abandonar la casa, armaron la escena del crimen para que pareciera que Roseo y su cuñada habían sido asesinados durante un robo.