El primer mandatario planteó entregarles la compañía a sus empleados, aunque advirtió que ellos “no la quieren”.
En un intento por avanzar con su agenda de reformas estructurales, el presidente Javier Milei ratificó que el gobierno esta dispuesto a privatizar Aerolíneas Argentinas. Sin embargo, advirtió que, si el Congreso no acompaña la iniciativa, se entregará la compañía a los empleados, aunque con escepticismo sobre su recepción. “El problema es que no la quieren”, subrayó el mandatario en una entrevista brindada en LN+.
Desde hace semanas, el oficialismo viene trabajando para conseguir los apoyos necesarios en el Congreso y así impulsar la privatización de la aerolínea de bandera. El proyecto en cuestión, presentado originalmente por el diputado Hernán Lombardi (PRO), cuenta con el respaldo de una veintena de legisladores del bloque macrista y busca declarar a Aerolíneas como “sujeta a privatización”.
El texto también habilita al Poder Ejecutivo a diseñar e implementar el marco legal necesario para llevar adelante el proceso de venta.
En la Cámara de Diputados, el oficialismo ha encontrado aliados dentro del PRO y algunos sectores del radicalismo, pero aún enfrenta resistencia de ciertos legisladores provinciales y de agrupaciones sindicales que se oponen férreamente a la privatización.
Milei, en declaraciones al canal de noticias, admitió que la balanza está “50 y 50” en cuanto a la posibilidad de avanzar o no con la privatización en el Congreso. Además, apuntó directamente contra el gremio liderado por Pablo Biró, quien ha encabezado manifestaciones y huelgas en las últimas semanas en protesta por las medidas propuestas.
“Frente a la salvajada liderada por Biró, decidimos apoyar el proyecto de Juntos por el Cambio para privatizar. Pero, si no se logra, estamos dispuestos a entregársela a los empleados”, sostuvo Milei. Sin embargo, el presidente fue contundente al señalar que los trabajadores no muestran interés en hacerse cargo de la empresa.
El plan de privatización de Aerolíneas Argentinas forma parte de un paquete más amplio que el gobierno busca impulsar, en el cual se incluyen alrededor de 40 empresas públicas que, según Milei, son deficitarias y requieren ser administradas por el sector privado para mejorar su eficiencia. No obstante, los avances en este proceso se han visto frenados en el Senado debido a la oposición de legisladores kirchneristas y de algunos sectores del radicalismo que consideran estas medidas como “excesivas” y “perjudiciales” para la soberanía económica del país.
“En el Senado no avanzó por la resistencia de esos sectores, y eso nos obligó a bajar varias compañías de la lista”, explicó Milei. Pese a los obstáculos, el gobierno confía en reflotar la discusión legislativa y encontrar consensos para llevar adelante la privatización de la aerolínea estatal.
Milei también reveló que existen conversaciones avanzadas con varias compañías internacionales interesadas en adquirir Aerolíneas Argentinas y tomar las riendas de la operación. “Tenemos propuestas concretas, hay empresas extranjeras que quieren quedarse con la aerolínea”, afirmó el presidente, quien agregó que el gobierno se encuentra evaluando las distintas opciones para garantizar la continuidad del servicio aéreo en el país.
Sin embargo, reconoció que este tipo de acuerdos dependerá en gran medida de que el Congreso apruebe el proyecto de privatización. “Si logramos avanzar, estamos convencidos de que la compañía se revitalizará. Pero, si no pasa, se la entregaremos a los empleados”, reiteró Milei, quien también insistió en que su gobierno está dispuesto a hacer todo lo necesario para concretar la venta de la aerolínea.