Nicky Caputo podría convertirse muy pronto en el hombre más poderoso del sistema energético de la Argentina. El hermano del alma de Mauricio Macri está a punto de cerrar con la italiana Enel, la compra de Central Costanera y una parte de Central Dock Sud. Sumaría esas centrales a Central Puerto y se convertiría así en el mayor generador de energía eléctrica del país y en en dueño de la energía en el área metropolitana.
La operación, confirmada a LPO por fuentes del sector, encendió luces rojas en la Casa Rosada y el Ministerio de Economía hizo todo lo posible por derribarla. Cuando esto llegó a los oídos del ministro Sergio Massa, se opuso rotundamente a dejar que se concentre en manos de un mismo grupo empresario el control de las generadoras térmicas que proveen de energía eléctrica a la Ciudad de Buenos Aires y parte del Conurbano.
Pero la generación está por afuera de las potestades regulatorias de la Secretaría de Energía que depende de Economía. Fuentes al tanto de la operación, confirmaron a LPO que está «más arriba que nunca».
Caputo busca quedarse además con el control de la distribuidora Edesur. Todo esto es contradictorio con la información oficial que lanza al mercado el mejor amigo y socio de Macri. Supuestamente Caputo vendió hace poco más de un mes su participación en Central Puerto y quiere vender su parte en Edesur.
La operación entró en su fase de definiciones justo cuando Macri decidió viajar a Italia. El ex presidente arrastra una historia familiar y personal de negocios con empresas de la península. Durante su mandato incluso maniobró, como reveló en exclusiva LPO, para que la italiana Ghella reemplazara a la brasileña Odebrech en la fallida obra del soterramiento del tren Sarmiento.
En diciembre pasado, Caputo informó que vendió su participación en Sadesa, la empresa dueña de la generadora eléctrica Central Puerto. De esta forma, Guillermo Reca con el 11% del capital accionario conservó su lugar como primer accionista y Caputo, que supo tener el 4%, quedó formalmente afuera. Fuentes al tanto de la operación afirmaron a LPO que Caputo y Reca siguen manejando la compañía y son quienes están llevando adelante las negociaciones con la italiana Enel, que quiere desprenderse de sus activos en la Argentina, que incluyen Central Costanera y Edesur.
La agencia Alurralde Jasper, que tiene a su cargo la comunicación de Central Puerto, afirmó a LPO que la composición accionaria de Central Puerto es la siguiente: un 22% que cotiza en la Bolsa de Nueva York; y del 78% restante los principales accionistas son: Guillermo Reca con el 11%, la Familia Miguens-Bemberg con el 10%, el Estado Nacional con el 8% y Eduardo Escasany con el 5%.
Una simple cuenta matemática indica que hay un 44% sin explicación. Los voceros de Central Puerto dicen que está integrado por accionistas «chiquitos». Una fuente que conoce de adentro la compañía explicó a LPO que en ese paquete hay, por lo menos, un fondo de afuera que contiene a varios poderosos y que Caputo seguiría vinculado a la compañía, solo que ahora a través de este otro vehículo societario.
En el mercado se comenta que Caputo cree que es muy posible que Juntos vuelva al gobierno este año y no quiere volver a quedar expuesto a las sospechas de tráfico de influencias. Más aún si el año que viene, en caso que gane Juntos, se repite un tarifazo como el que instrumentó el ex ministro macrista Aranguren que multiplicó varias veces las ganancias de las eléctricas. Sin mencionar que durante el macrismo Central Puerto fue la empresa que más megas ganó en las licitaciones del gobierno.
La intención de Caputo de quedarse con el control de Edesur es simultánea, pero va por carriles distintos. La distribuidora sí está a tiro de la regulación del gobierno. Y, en esa operación, el macrismo se enfrenta con el ex ministro José Luis Manzano que también pretende sumar esa distribuidora a su control, informaron a LPO fuentes al tanto de la puja.
Manzano ya es propietario de Edenor, de manera que está legalmente imposibilitado de tener a la otro distribuidora que surgió del duopolio que diseñó la privatización de Menem.
La italiana Enel, que viene de quejarse públicamente por la falta de seguridad jurídica para las inversiones en Argentina, en 2022 anunció su deseo de salir del país. La tensión en el sector es evidente y Economía acaba de rechazar el aumento que pretendían las distribuidoras eléctricas.
Caputo y Enel dejaron enfriar el acercamiento ante los ojos de Massa, sin embargo, las negociaciones continúan. Al fin y al cabo, como la generación eléctrica es un mercado más bien atomizado, la secretaria de Energía, Flavia Royón, no tiene ninguna capacidad para impedir el desembarco de Caputo en ambas generadoras.
De hecho, por no tratarse de una fusión empresaria, sino de adquisiciones de paquetes accionarios es factible que tampoco estén formalmente alcanzados por el radar de Defensa de la Competencia. Así, Massa podría terminar enterándose del aterrizaje de Caputo y asociados en Central Dock Sud y Generación Costanera mediante los comunicados de prensa institucionales una vez cerrados los acuerdos.
Fuente: La Política Online.