El ministro de Seguridad bonaerense insistió en que “es un despropósito” discutir la forma en que fueron detenidos los choferes que lo agredieron. “Si alguien cree que se violó la ley y el procedimiento, tiene la facultad para denunciarlo”, dijo
Las críticas de la vicepresidenta Cristina Kirchner al operativo para detener a los colectiveros que atacaron al ministro de Seguridad Sergio Berni reavivaron las tensiones internas del Frente de Todos.
“¿Era necesaria la magnitud del operativo y el tratamiento que se le dio al detenido, como si se tratara de aprehender a un narcotraficante en su bunker?”, publicó la Vicepresidente a través de las redes sociales. Si bien dejó en claro que el operativo fue realizado en forma conjunta entre la Policía de la Ciudad y la Bonaerense, el mensaje político pareció tener entre sus destinatarios al propio Berni.
“Si alguien cree que se violó la ley y el procedimiento, tiene la facultad para denunciarlo, yo no vi ninguna denuncia”, concluyó Berni. También reveló que podría tener que ser sometido a una operación de maxilar, dependiendo de la evolución de la lesión que sufrió.
El jueves, Berni se reunió con representantes de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) en el marco del paro realizado por colectiveros en la zona oeste del Conurbano para reclamar por la liberación de los choferes detenidos.
En esa línea, explicó tras el encuentro que “son protocolos que tienen que cumplirse” pero pidió disculpas “si alguno se sintió ofendido”.
El miércoles, Jorge Oscar Galiano y Jorge Ezequiel Zerda —trabajadores de la empresa Almafuerte— fueron detenidos por la tropa UTOI y la DDI de Morón de la Policía Bonaerense, en una operación conjunta por la Policía de la Ciudad, por participar de la agresión a Berni. Los modos aplicados por las autoridades generaron la reacción del arco político a través de críticas.
“Están re confundidos, bajen las armas, soy chofer”, dijo Galiano al ser reducido con fuerza por la UTOI, una de las áreas de la Bonaerense que cobró mayor preponderancia durante la gestión de Berni.
“Despacito, no soy un malandra, soy un chofer de colectivo”, dijo Galiano mientras los efectivos policiales ingresaban con armas y escudos a su domicilio y los tiraban al piso tanto a él como a su hijo. “Bajen las armas”, también se lo escucha decir.
Berni había sido agredido el lunes pasado cuando se presentó ante un grupo de colectiveros que se manifestaban en General Paz y Juan Manuel de Rosas reclamando justicia por el crimen de su colega Daniel Barrientos.
Si bien en un primer momento Berni indicó que no iba a denunciar a quiénes lo habían golpeado -que ya habían sido identificados- el martes, el gobierno bonaerense a través del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y el titular de la cartera, Julio Alak, realizó una presentación judicial por las agresiones sufridas por Berni.
Alak consideró que los hechos sufridos por Berni configuran los delitos de atentado contra la autoridad, lesiones e intimidación pública. Aclaró que, si bien Sergio Berni tomó la decisión personal de no denunciar el ataque, la gravedad institucional de lo sucedido justifica la intervención de la justicia con miras a su esclarecimiento.