La encargada tiene dos costillas rotas. Se presentó en la Justicia y reveló que desde entonces recibe amenazas: «Temo por mi vida».
El escándalo en un edificio de Recoleta que involucró a la esposa de un diplomático de Panamá tuvo fuertes consecuencias: el Gobierno de ese país ordenó retirarlo de la Argentina junto a su familia.
Se trata de Carlos Lawson, quien era el agregado de negocios y es el marido de Jessica Giovana Pineda Quinteros, la mujer que fue denunciada por Juliana Gómez Vera (53), de nacionalidad paraguaya, quien trabaja como encargada del inmueble de la calle Arenales 1422.
La Cancillería panameña dijo en un comunicado que «ha tomado la decisión de retirar al diplomático acreditado en la Embajada de Panamá en Buenos Aires, así como a su familia, en vista que no existen las condiciones para mantenerlo en dicha sede».
Según la presentación judicial, la discusión se produjo porque la encargada retó a la hija del matrimonio por dejar la puerta del ascensor abierta.
En las últimas horas, el canal TN publicó imágenes del video en el cual se ve la agresión en el hall del edificio. La mujer, que tiene dos costillas rotas y está bajo tratamiento médico, denunció en cámaras que desde entonces recibe intimidaciones y amenazas: «Temo por mi vida», admitió.
De acuerdo a sus dichos, desde entonces dijo haber recibido cartas documentos e intimaciones para que no involucre a Lawson ni a su esposa.
El conflicto tuvo su epicentro cuando la hija del matrimonio dejó la puerta del ascensor abierta inhabilitándolo por completo. Es allí cuando Juliana intercambia palabras con la menor que derivó en una discusión con su madre sobre la vereda de la calle Arenales 1422.
Lo que siguió es lo que se ve en el video. A la esposa del diplomático discutiendo con la portera y la posterior agresión que incluyó tironeos del pelo, trompadas y la mujer que fue tirada al suelo.
“Cuando la señora me agarró del pelo y me dio un puñetazo en la frente quedé inconsciente. No me acuerdo de cuando caí. En la frente tengo un moretón”, contó Juliana acerca de las imágenes difundidas.
La portera explicó que previo a la agresión y tras el entredicho con la esposa de Lawson hubo un pedido de disculpas por «haber hablado con la menor». Y aunque pensó que la discusión había finalizado, Pineda entró al edificio, pero volvió sobre sus pasos y le dijo que «seguirían dejando la puerta del ascensor abierta», a lo que la encargada retrucó que «respetaran al resto del edificio». Luego sobrevino el brutal ataque.
El diplomático de Panamá, Lawson, estuvo presente durante la discusión. E intentó solidarizarse con la portera tras la brutal golpiza. Sin embargo, el hostigamiento desde entonces, según los dichos de la encargada, es por parte de los dos.
«Él me puso un bozal legal, por eso no puedo nombrarlo. Me mandó una carta documento – contó Juliana -. Cuando ocurrió el conflicto llamó por teléfono y habló con un policía durante 20 minutos. El policía me engañó esa noche y me dijo que si quería seguir con la denuncia penal nos iba a meter presas a mí y a la señora. Me vi obligada a firmar el acta como estaba escrita porque necesitaba de la atención médica”, denunció en cámara la víctima.
El hecho quedó registrado por dos cámaras de seguridad ubicadas en distintos sectores del edificio. Según informó TN, la causa está en trámite en la Justicia y se están realizando las medidas de prueba.
“Me siento sola y con mucho miedo. Temo por mi vida. Mi hija vive afuera, está casada y tuvo un bebé y por eso no puede volver para acá. Es una pesadilla para mí, hay lugares en que no hay cámaras y tengo miedo de que me ataque esta gente”, sostuvo la encargada.
El reporte de la Policía de la Ciudad dio cuenta que el 11 de mayo, día en que se produjo el ataque, los agentes llegaron al lugar y refieren puntualmente «una agresión mutua entre dos mujeres». Solo consigna que «ambas se acusaban mutuamente».
El comunicado de la Cancillería de Panamá
Tras el incidente, la Cancillería informó que echó del cargo al diplomático.
La nota oficial señala que la embajadora de Panamá en Argentina está enterada de los «lamentables hechos acaecidos» y ha tomado contacto con el Ministerio de Relaciones Exteriores de Argentina.
Añade que la legación diplomática panameña en Buenos Aires se pondrá a disposición de las autoridades correspondientes a fin de «colaborar en el esclarecimiento de los hechos que se señalan e informar el retorno del funcionario y su familia a Panamá».
«Este Ministerio rechaza todo acto de violencia y reafirma que la conducta de los funcionarios acreditados en el Servicio Exterior debe reflejar, en todo momento y en cada una de sus actuaciones, el respeto y la consideración que Panamá le asigna a sus relaciones con el Estado Receptor donde se encuentran acreditados», remarcó la Cancillería panameña.